Perder a un amigo es triste. Perder un familiar es doloroso. Perder al amor de tu vida es simplemente un infierno.
El primer día no fue el mas doloroso de todos porque la idea simplemente no cuadraba en mi mente. Recuerdo haber estado en aquella sala de espera todo el día viendo sufrir a la familia de Morgan, mirar como los doctores y enfermeras nos miraban con lástima pero sinceramente no sentía nada. No podía sentir nada.
El segundo día, en su misa de descanso eterno, la sensación de que algo me faltaba se volvía cada vez más presente. Pero no quería aceptarlo. Las personas se acercaban a mí con la buena intención de ofrecerme sus condolencias pero no quería aceptarlas. Aceptar sus palabras era aceptar que mi esposa ya no estaba conmigo y no quería. No podía aceptarlo.
El tercer día, durante su entierro, no lo soporte más. Y lo único que recuerdo de aquel día es su rostro, lucía fresco y hermoso como siempre lució más no podía ver esos preciosos ojos azules de los que me había enamorado perdidamente. Ese día fue difícil mantener la calma, ese día algo dentro de mí se rompió y sé que nunca volvería a quedar igual.
El duelo fue difícil, casi imposible de sobrellevar. Negación, Ira, Negociación, Depresión. Cuatro etapas de las cuales no podía salir y, a pesar de ver a los mejores psicólogos, nadie podía ayudarme con ese dolor y esa culpa incrustada en mi pecho. Hasta que ella llegó.
Nunca entendí el porque lo hizo, pero ella logró hacerme ver lo que ahora vivía. Me ayudó a aceptar la realidad por dura que fuera. Camille fue una tabla de salvación en la tormenta que vivía y se quedó conmigo a pesar de todo. Me conoció en mis tiempos mas oscuros. Nunca podría agradecerle por tanto.
Iniciamos una relación dos años después de la partida de Morgan, mis padres no tuvieron ningún problema en aceptarla. Ellos pensaban que seguir adelante era lo correcto pero la familia de Morgan no lo tomó nada bien.
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—¡¿Cómo diablos has caído tan bajo, maldito imbécil?!.—Andrew estaba como loco.— Engañaste a mi hermana con esa mujer.
—Lo sé, pero tengo que aprender a salir adelante. Tú también deberías hacerlo.
—Nunca voy a olvidarlo. Nunca voy a olvidar como Morgan se dejó morir por tu culpa. Solo una cosa voy a decirte, acepto que sigas viniendo a ver a mis padres y si quieres seguir haciéndolo no quiero que traigas a esa mujer contigo.
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—¿Que sucede?.—Camille me miró algo confundida desde el cuarto de baño.—¿Está todo bien?
Ambos nos habíamos mudado a un piso en el centro de Seattle, vendí la casa que compartía con Morgan al igual que todos los muebles dentro de ésta, vendí su auto porque sabía que no sería bueno para mí seguir en un lugar que tenía tantos recuerdos, sentía que era como faltarle al respeto a su memoria pero conservé todas las cosas que tenia un valor sentimental para ella. A pesar de los años nunca podría atreverme a olvidarle.
—Sí, solo recordé unas cosas. ¿Querías contarme algo?.—Ésta caminó hacia la cama y se echó escondiéndose entre las cobijas, me miró con una sonrisa pequeña y entonces lo soltó.
—Estoy embarazada, Shawn.
—¿Que tanto?
—Mucho.—Dijo sonriéndome.—Acabo de hacerme dos pruebas.
Aunque la noticia fue maravillosa, debo admitir que me puso algo nostálgico. Sé que lo notó y no siguió hablando del tema. Me incliné a su altura y besé sus labios un par de veces.
—Desde que comencé a sospechar pensé en algo.
—Dime.
—Sí es una nena, quiero que lleve el nombre de Megan. Es algo similar al nombre de Morgan.
—¿Estás segura de lo que dices? Sé que lo que pasó con ella fue...
—Estoy segura y sé que ella va a valorarlo.—Acaricié su cabello y volví a besarle, nunca supe que fue lo que Morgan había hablado con Camille pero, según las pocas cosas que he podido obtener, ella se fue de este mundo sin ningún tipo de rencor en su ser.
Al pasar los meses nos enteramos que, tal y como lo anhelábamos, esa pequeña personita que esperábamos con paciencia sería una preciosa nena que tendría nuestro corazón por completo. Megan Elissa Mendes era la niña mas hermosa que podría llegar a conoces, llegó en el momento exacto solo para terminar de sellar esas heridas que aun tenía mi corazón.
A pesar de que ella no tuviese absolutamente nada que la relacionara con Morgan, podía notar tantas cosas de ella en esa pequeña niña. Podía observar su valentía y enorme carisma, una hermosa y grande sonrisa y sobre todo un corazón noble y puro.
Pasado los años y con ello la vida comenzaba a cobrarme factura. Había envejecido y eso, secretamente, me alegraba porque sabía que eso solo podía significar una cosa. Muy pronto volvería a encontrarme con la persona que siempre fue el amor de vida.
—¿Quieres que apague la luz?.—Megan era la mejor enfermera que pudiese pedir, desde que mi salud comenzó a degenerarse ha estado conmigo técnicamente las veinticuatro horas del día a pesar de tener su propia familia.
—No, quiero que te quedes aquí. ¿Y si te contara una historia?
—¿Cómo lo hacías cuando mamá se encontraba de viaje?.—Ella sonrió y se sentó a mi lado tomando una de mis manos.—¿Que historia vas a contarme, papá?
—Hace unos años, antes de conocer a tu madre, yo estuve casado con otra chica. Su nombre era Morgan ¿Lo sabías?
—Mamá me lo comentó una vez. ¿Que sucedió con ella?
—Murió hace muchísimos años por culpa de Leucemia. Le quería muchísimo, estuvimos juntos por varios años pero solo tuvimos un matrimonio de un año y pocas semanas. Antes de enterarnos de su enfermedad, pensamos que solo tendríamos un bebé y que todo lo que ella padecía era por ello pero conforme su enfermedad avanzó y fue descubierta tuvimos que renunciar al bebé.
—¿Que pasó con él?.
—Adelantamos el parto, y él solo vivió cuarenta y tres minutos. Me odié a mi mismo por esa decisión muchísimo tiempo pero salimos adelante. Su enfermedad avanzó muy rápido y cuando menos lo esperé, todo había acabado. Tu madre fue un gran apoyo para mí durante todo ese tiempo y la amo muchísimo pero Morgan siempre ha sido el verdadero amor de mi vida.
—Lo entiendo.—Sonrió mientras se quitaba una pequeña lágrima que apenas amenazaba por derramarse en su mejilla.
—¿Te confieso algo? Cada día me emociona más el pensar que pronto volveré a verla.
—Y me dejarás sola.
—No pienses eso, te digo estas palabras porque quiero que sepas que si me voy de esta vida pronto estaré tranquilo y feliz. No tienes porque preocuparte.
Decir esas palabras fue lo más inteligente que pude hacer ya que esa misma noche partí de ese mundo dejando todo atrás.
—Llegaste.—Ver la preciosa sonrisa de Morgan de nuevo fue reconfortante. Lucía tan hermosa como siempre y lo que más me llenaba de alegría es que estaría con ella por toda la eternidad.
En colaboración con maloleyftlxh
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Mercy {Shawn Mendes Fan Fiction}*
Fanfiction"Aunque no quieres lastimarme estás destrozandome" ¿Puede una relación deteriorarse a causa de algo tan simple pero complicado de entender? ¿Cómo alguien puede sentirse tan dichoso en un día y desmoronarse en un par de horas?. ¿Cómo puedes seguir a...