" Nos ocultamos entre las sombras, observando. Dividimos nuestro objetivo.
"Una bestia impresionante, ¿eh?".
Algunos se dedican a la hechicería para saciar su sed de riqueza. Se aferran aferran baratijas de oro hasta extremos grotescos. Muchos han sufrido este destino y han acabado transformados en monstruos. Una vez nos topamos con uno. Otros como él vagaban por ahí.
A veces se les conoce como "limos avariciosos".
"¡Ja, ja! ¡Hoy nos vamos a forrar!".
Carnatux sonrió con complicidad y fue tras él.
El brazo derecho de Carnatux está cubierto de oro. Una consecuencia de su codicia, seguro...
Era gigante... no era un monstruo normal, probablemente fuera también fruto de su avaricia.
"A este le estaban ahogando las deudas".
Carnatux conocía al monstruo. Conocía a este desecho avaro cuando aún era humano, y sabía cómo acabó así.
No soportaba ver a su mujer y sus hijos en la pobreza. Amaba a su familia, y pensó que el dinero les traería la felicidad. Pero su amor se transformó pronto en codicia. Carnatux reflexionó con pena.
"Es la maldición de la riqueza. La codicia puede volverte loco".
"El mundo puede vivir sin infelices codiciosos como yo".
Hizo lo que debía hacer. Pero no lo que yo esperaba. "
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Soul Sacrifice
FantasyEn este mundo, los débiles sucumben a la codicia. Pero sus crímenes no quedarán sin castigo. Pues los hechiceros vigilan. Son ellos quienes imparten el castigo a los culpables. Quienes matan en nombre de la justicia
