Crónica demente: Dentro de Avalon. El hechicero malvado. Capítulo 4

12 1 0
                                    

" Carnatux me dijo que había un trabajo más que hacer.

"Informar al contratista".

Así supe que éramos sicarios. No tuve otra opción que seguirlo.

"Las áreas más pobres generan un buen número de monstruos".

Era una vieja historia. Las personas en situaciones difíciles se dejaban seducir más fácilmente por lo material.

"Sí rojos fuéramos ricos, no habría monstruos".

No esperaba oír algo semejante de sus labios. Ahora sentía mucha curiosidad. ¿A qué tipo de lugar nos dirigíamos?

"Si todo el mundo fuera rico, no habría monstruos".

Ese era su credo. Admito que siento curiosidad por sus ideas...

El monstruo era un compañero hechicero. Aunque débil, percibía el rastro de otra magia distinta de la del monstruo. Un olor que solo distinguimos nosotros. Un hechicero moribundo.

Por fin llegamos. Una ciudad ruinosa no presente en los mapas.

Una familia saludó a Carnatux. Un niño y su madre. El niño sostenía una fruta que me resultaba familiar. La gritaba que Carnatux me animó a comer al conocernos. Atusó el pelo del niño mientras hablaba.

"¡Ja, ja! No re preocupes. Tu padre volverá enseguida".

Esta familia era nuestro "contratista". La familia del hombre que se había convertido en el desecho. Carnatux lo salvaría porque su familia se lo pidió. Y cuando lo hiciera, el padre podría volver a casa.

Carnatux le dio a la familia todos nuestros objetos de valor. El oro y las baratijas con los que había traficado.

"Este es el pago por la fruta. ¡Este hombre se la comió!.

Ayudar a los pobres. Una medida preventiva. Quizá así nunca habría un próximo monstruo. Una forma de limpiar el mundo de monstruos.

Seguro que sigue ahí fuera buscando oro.

"Si todos fuéramos ricos, no habría monstruos".

Y está en lo cierto. "

Soul SacrificeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora