Capitulo 3.

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Sin aliento.

Justo esa es la descripción que le doy a los regalos que mi madre mando a mi departamento, muchas veces le dije que no lo hiciera, sin embargo ella nunca escucha. Trago saliva al ver como contrasta muy bien con el color blanco de las paredes. Rayos, es tan perfecto.

-Melanie, es muy bello... Tu departamento es hermoso.- Todas las chicas gritan eufóricas.- Deberíamos celebrar que estaremos juntas de nuevo, con la llegada de Karo todo es genial.- Todas corren a abrazar a Karo, la cual salta y ríe feliz.

-Creo que tienen razón.- Les digo mirándolas divertidas.- Debemos salir y disfrutar de la noche... Por supuesto tendrá que ser hoy, pues es viernes y se acerca un festivo.

Todas gritan eufóricas y felices. 

-Corran chicas, debemos arreglarnos.- Karo las alienta.- En este departamento de lujo hay 3 baños, corran a arreglarse.

-Yo cojo el principal.- Dice Marly justo antes de salir corriendo.- Todas sonreímos divertidas.

-Yo el de el cuarto de visitas.- Sara se levanta con toda la elegancia del caso. Y se va sonriente.

Karo y yo solo sonreímos.

-Yo me arreglare primero y luego te ayudaré con tu cabello.- Dice acercándome y abrazándome.

-Gracias por recibirme en tu departamento, nunca pensé que se me salieran las cosas de las manos con Julian. Jure que era el hombre de mi vida y con el cual me iba  casar. - La miro con tristeza. 

Maldito Julian. ¿Como se atreve a golpearla?

-Olvida todo lo que paso. Desde ahora vivirás conmigo y asunto solucionado. No necesitamos ningún hombre para ser felices. Mañana mismo llamare a mi padre para que lo meta a la carcel. No se podrá esconder de mi furia.

-Gracias Melanie, gracias.

-Vez a cambiarte y ponte guapa. Hoy debemos disfrutar de nuestra soltería, debemos ser felices.

-Si, desde el lunes comienzo a buscar trabajo en otra empresa, fue mala idea ser la gerente comercial de la misma empresa de Julian. Odio que sea el dueño... Todos creerán lo que el diga de mi deserción.- Una chispa de tristeza se asoma en sus ojos, pero luego desaparece.-Pero ya no importa.

Sonreímos y luego lentamente la veo dirigirse a mi baño.

-Maldito infeliz.- Suelto de repente.

Solo han pasado un mes desde que inicie a trabajar en el Banco E.M.N. Como en todo inicio de trabajo, todo es nuevo y difícil de digerir, sin embargo estoy más que segura que todos los directivos se han llevado una excelente impresión de mi. 

Sonrió orgullosa. Todo había salido muy bien, hasta que Karo llego hace una semana con la cara amoratada y llorando sin parar. 

¿Acaso todos los hombres son unos idiotas?

Repentinamente en mi mente se estampa la sonrisa y la cara de Jackson, no sabia que el estaba en la misma ciudad. No tenia ni media idea que el idiota de Jackson de nuevo estaba cerca de mi vida.

Repetidas veces muevo mi cabeza, tratando de eliminar ese pensamiento.

No de nuevo, el no puede ocupar mis pensamientos de nuevo. Jackson es solo un idiota más en el mundo... Nada cambia si el esta lejos o cerca. 

Igual lo sigo detestando por ese trago amargo que me hizo pasar hace años. Aun que, lo que más recuerdo... Es el contacto de sus dulces labios con los míos. ¡Oh por Dios!.

A tus pies.♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora