Capitulo 25

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Al abrir los ojos lo primero que reconozco es un movimiento entre sombras y un sutil cambio de posición, pisadas casi inaudibles me alertan del peligro. No estoy segura pero siento la intensidad de una mirada y la sonrisa de alguien; no logro identificar de cual de todos los lugares, pero se que alguien esta muy quieto a las espaldas de Jackson. 

- ¿Mel, estas conmigo?.- El tono enojado de Jackson a trapa mi atención. - Quiero que estés aquí, deja de pensar.-  Sus delicado dedos toman mi barbilla con fuerza, obligándome a prestar toda mi atención. 

-Lo siento, es que...

-Por Dios, solo tu te distraerías en esta situación. - Sus manos bajan delicadamente por la curvatura de espalda hasta rodear mi trasero y lentamente ir separando mis piernas, obligándome a rodear sus caderas.  

-Tienes razón.- Beso su mejilla mientras mis ojos buscan algún rastro de ser vigilados. Entre besos me lleva hasta la cama. Con delicadeza me acuesta, sonrío al sentir partes suaves debajo de nuestros cuerpos. La sensación de estar acostada entre pétalos de rosas me hace soltar una carcajada nerviosa.  

-Me alegra que te diviertas.- Sus labios cubren los míos con suavidad.- Por que pronto estarás suplicando.- Sus fuertes brazos rodean mis caderas con fuerza.- Quiero ser delicado para ti amor. Soy el primero y mereces que te lo retribuya. 

-No quiero que seas delicado.- Mis manos atrapan sus mejillas. - Quiero que lo hagas como te gusta, por que estoy más que segura de que me encantará todo lo que me entregues. - Muevo mis caderas provocativa. Sonríe sensual.

-Pues entonces, será duro y sin piedad.- Cierro los ojos al escuchar su voz ronca.- Tanto que mañana no podrás levantarte. - Su sonrisa maliciosa me calienta sin igual. 

Sus manos traviesas y rápidas comienzan a recorrer toda la piel expuesta, se acerca a mis labios no obstante, solo los roza, nuestra respiración comienza a ser irregular, me acerco con la intención de besarle, pero el se aleja negando seductoramente. 

-Se que mis labios te encantan nena. Pero esté será tu premio cuando alcances la cima. - Frunzo el ceño mientras abro mi boca en busca de aire, al sentir que se acercan sus dedos a mi  entrada. 

-¿Quieres que entre?.- Asiento repetidas veces. Observa mi rostro como si nunca lo hubiese visto. 

-Hazlo, vamos.- Levanto mis caderas en busca de fricción.  La intromisión de su primer dedo envía corrientes y espasmos por todo mi cuerpo.  Muerdo mi labio con fuerza mientras el segundo entra sin pausa. La risilla ronca y juguetona de Jackson me obliga a mirarlo. 

-¿Alguna razón para mirarme tan detenidamente?.- Pregunto abrazándome a su cuello. 

-Es que me pones a toda marcha con tus expresiones. - Comienza mover sus dedos. Delicados gemidos se comienzan a esparcir por toda la habitación. - Me empalmo con cada mirada, con cada gemido. Y no me quiero perder absolutamente nada de ti amor. - Deja un rastro de besos húmedos y dulces en mi cuello, lento baja por mi pecho hasta alcanzar mis senos. 

-Tu siempre tan romántico.- Dejo escapar el aire al sentir la retirada de sus dedos. - No por favor, por favor...- Suplico. De nuevo su risilla- Sus dedos vuelven al ataque. Araño su espalda al sentir los estragos que causan a su paso. 

Cierro los ojos con fuerza y gimo al sentir el sutil roce de aquel punto tan sensible. Siento la contracción de mis músculos al rededor de sus dedos. 

-¿Te gusta Mel?.- Me fijo en sus ojos que escudriñan mi rostro. Asiento repetidas veces. Sonríe maliciosamente.  Suplico de nuevo al sentir la retirada de sus dedos. 

Sus fuertes manos me obligan a abrir mucho más mis piernas, sin contemplación se acomoda entre ellas y sin preámbulo entra. - Esto te puede doler ahora, pero luego haré que sea la gloria.- Sus palabras se cuelan en mi mente. 

A tus pies.♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora