Jung Kook

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-¿Sabes que tus estúpidas acciones pueden costar todo nuestro trabajo? - Yoon Gi realmente estaba tan molesto como yo con Jimin por lo que había hecho el día anterior, las razones eran notablemente diferentes pero eso solo lo sabía yo y Sun Hee.

En la noche no pegué el ojo pensando en aquellos hermosos y delicados labios de Sun Hee, aquellos que tuve tan cerca y no pude besar. Antes de irme del departamento, quise despedirme de ella pero sabía que no era conveniente ya que la tentación aún estaba ahí, estar en estos momentos frente a ella significaba poner en riesgo nuestra misión y era algo que no estaba dispuesto a poner en juego.

-Lo siento Hyungs, de verdad lo siento. Prometo que no volverá a pasar, sé que tener una relación con Sun Hee en estos momentos implica perder mi oportunidad de hallar gracia y también pondría en riesgo a Sun Hee, pero es algo que simplemente pasó y seré precavido - Jimin realmente estaba arrepentido, aunque me molestaba que él estuviera enamorado de Sun Hee yo no podía dejar de lado todos los años de amistad que tenía con ese enano.

-Aunque no debo negar, que me gustaría que esa chica se fijara en ti y no en otras personas que tengo cerca; debes mantener cuidado en estropear nuestra misión - Replicó Yoon Gi, mirándome de reojo.

-Como sea, me disculpo por la forma en como me comporté contigo Jimin - Yo realmente era bueno reconociendo mis errores, por lo que sabía que le debía una disculpa a Jimin.

-No importa, actuaste por instinto protector - Jimin sonrió a medias, sabía que a él no le gustaba para nada que yo estuviera ligado a Sun Hee, pero ¿que se podía hacer? Yo ciertamente amaba a esa chica y la iba a proteger con mi vida.

De un momento a otro comencé a sentir un ardor en el cuello lo cual me pareció realmente extraño, mi corazón comenzó a latir mucho más rápido y supe inmediatamente que Sun Hee estaba en peligro.

-Llama a Jin - Le dije a Yoon Gi.

-¿Por qué? - Respondió él.

-Siento que algo anda mal - El ardor cada vez se hacía más intenso.

-¿A qué te refieres con que algo anda mal? - Jimin se levantó de su silla un poco nervioso.

-Jin no contesta, definitivamente algo anda mal -

-¿Puedes rastrear su teléfono? - Preguntó Jimin.

-Eso hago -

Podía sentir la opresión y la angustia de Sun, trataba de meterme a su mente pero algo me bloqueaba.

-¡Lo encontré! - Yoon Gi gritó y yo inmediatamente tomé las llaves del auto, Jimin iría con nosotros ya que no sabíamos cuántos demonios estaban con ellos.

Mientras iba manejando mi visión se volvía borrosa y mi respiración estaba comenzando a tener dificultades, por lo que le cedí el volante a Yoon Gi.

-¡Acelera Yoon Gi, los matarán! - Gritaba Jimin.

-¡Mierda Jimin, voy lo más rápido que puedo! Y tú Kook, aguanta por favor -
Podía ver el miedo en los ojos de mi hermano, podía ver el miedo en los ojos de Jimin, podía sentir el miedo de Sun Hee, pero yo solo le temía a que no llegáramos a tiempo para salvar sus vidas, tanto la vida de Seok Jin como la vida de Sun Hee.

-¡Llegamos! - Yoon Gi se bajó del auto y yo bajé detrás de él, ambos tomamos nuestra forma de ángel pero en ese momento sentí como mi cuerpo dejaba de responder a mis órdenes, por lo que caí de rodillas y pude ver como ella se encontraba en el suelo cubierta de sangre, con sus ojos entreabiertos. Y a su lado estaba Taehyung, a ese maldito que mataría una vez que recuperara mis fuerzas.

-Jung Kook, aguanta iré a ayudar a Jin y Jimin se encargará de Taehyung -

Yoon Gi tomó de la chaqueta a Hoseok y le propinó varios golpes, por ultimo lo inmovilizó con el gran don que teníamos los ángeles guerreros. Una vez que acabó con él, fue por Nam Joon, quien era más fuerte que Hoseok por lo cual llevaría más tiempo en inmovilizarlo.

Aunque yo no tenía fuerzas para levantarme a pelear, podía ver como Jimin estaba siendo derrotado por Taehyung por lo que me obligué a sacar fuerzas de donde no tenía. En un momento me levanté sobre mis pies y le rogué a mi padre para que Sun Hee aguantara hasta que pudiéramos ayudarla; volví a tomar mi forma de ángel y desaté toda mi furia hacia Taehyung.

Fue un golpe primero, luego saqué la daga de plata de mi pantalón y me lancé a Tae.

-¿Qué piensas hacer Jung Kook? -

-¿Acaso no está bastante claro? -

-Simplemente quise invitarte a la fiesta - Replicó Taehyung con media sonrisa.

-Te advertí que no le tocaras ni un solo de sus cabellos - Tomé mi daga y corté una parte del brazo de Taehyung, al mismo tiempo que se escuchaba su grito ensordecedor.

-De ahora en adelante, no habrá tratos, de ahora en adelante las cosas serán a mi manera, y tienes absolutamente prohibido acercarte a Sun Hee a menos de un metro de distancia o no descansaré hasta que pueda matarte - Comenzaba a introducir mi daga en el estómago de Taehyung, pero en ese momento Nam Joon apareció y se interpuso; llevándose lejos a Taehyung y desapareciendo como niebla oscura.

Sabía que ellos no volverían por ahora, así que volví mi vista hacia Sun Hee. Ella yacía en el suelo, perdiendo el color rosa de sus mejillas y ganando un color purpura en sus labios, me acerqué a ella y ahuequé su cabeza en mi pecho. En este momento el único que podía salvarla era el Rey o un ángel curador, pero Jin se encontraba muy golpeado y sin fuerzas.

Mis lágrimas comenzaron a caer, comencé a recordar el momento en el que la conocí. Ella se encontraba en su habitación jugando a las berbíes con su mejor amiga, yo estaba en su casa con mi padre esa noche en la que asesinaron al padre de Sun; mi padre no pudo interponerse por qué ese era el destino de esta familia.

El padre de Sun quería proteger a su hija del infierno, ya que algún día la hermosa Sun Hee debería tomar el lugar de su madre en el cielo, pero el infierno no estaba contento con esto así que esa noche en la que mi padre y yo fuimos a la casa de Sun para llevárnosla a donde pertenecía, el ejercito de Taehyung nos emboscó y tuvimos que luchar para salvar la vida de Sun Hee y de su familia pero su padre, llevado por la avaricia de querer asesinar a Taehyung; tomó una daga de plata e intentó incrustarla en su corazón pero aquel hombre era simplemente un humano delante del demonio más poderoso del infierno, y en un abrir y cerrar de ojos la daga estaba en el corazón del padre de Sun Hee.

Desde ese día, al escuchar los ensordecedores gritos de dolor de Sun Hee al ver como la vida de su padre se apagaba, me prometí cuidar de ella como un padre. Pero luego aquella dulce pequeña fue creciendo, yo fui participe de sus siguientes cumpleaños, de sus graduaciones, de sus momentos tristes y felices.

Desde aquel día me convertí en su protector sin haber sido asignado oficialmente a ella, las hermosas sonrisas de las que fui participe, verla cada mañana cuando ella despertaba hicieron que poco a poco Sun Hee se fuera adueñando de mi corazón. Entonces me ofrecí oficialmente ante el Rey para ser el ángel guardián de aquella hermosa chica de cabello rojizo y de sonrisa encantadora que se había robado mi corazón. Y fue entonces cuando mis ojos llenos de lágrimas comenzaron a cerrarse poco a poco, y de mi boca salió una pequeña frase.

-Te amo Sun Hee -

Mundo Irreal ~ [ Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora