Completamente patéticos y felices

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Lo prometido es deuda :3



El muchacho se aprovechó a conciencia de que Severus le había dado vía libre en su mente para poder ver y sentir cuando quisiera, inspeccionó sus recuerdos, sus sentimientos, cada emoción que había sentido por cada cosa que le había pasado... Mientras Severus se concentraba en el tacto de la mano de Potter para no caer en la desesperación al revivir de nuevo todo aquello, egoístamente, utilizaba esa mano a la que estaba agarrado como si fuera su salvavidas. Hubo ocasiones en las que deseó que no viera determinados recuerdos, como aquellos que correspondían a momentos vergonzosos en los que había tenido que tragarse su orgullo, o acceder a los deseos de otros para obtener información que los haría ganar ventaja sobre Voldemort, pero tal como le prometió, no utilizó la Oclumancia, Potter vio todo lo que consideró oportuno o necesario, hasta quedar saciado y conforme sobre la veracidad de sus palabras.

Lo que él consideró horas en realidad fueron unos pocos minutos hasta que Potter bajó la varita y lo liberó del hechizo, momento en el que se encontró con la cabeza apoyada sobre el hombro del muchacho, jadeando exhausto, con las venas de las sienes palpitándole furiosamente y el corazón desbocado.

- No... puedo... – intentó decir, pero tenía la boca seca y la lengua acartonada, por lo que carraspeó e intentó humedecer la cavidad para darle movilidad y vida a los músculos – No puedo... dejar de preocuparme... por ti... porque realmente...

- Lo sé – balbuceó Potter en un hilo de voz jadeante – Llevo... todo este... tiempo... – hizo una pausa para tragar saliva y continuó –: pensando que... hice mal... al salvarlo. Me... yo me culpaba porque... usted... Creía que usted quería morir... y resulta... – el muchacho negó con la cabeza confundido por todo lo que había descubierto.

- Harry... – susurró Severus sin fuerzas para levantar la cabeza de su apoyó – Yo tampoco lo sabía; lo has visto. No estaba preparado para aceptar mis sentimientos, para dejar marchar los recuerdos, la culpa... Incluso me negué a aceptar que tuve miedo de morir hasta que me planté frente a la puerta de tu casa.

- Me ha llamado... por mi nombre – murmuró aturdido.

- Dumbledore y Lupin también te llamaban por tu nombre – replicó sorprendido, a penas había sido consciente de haberlo pronunciado, había sido un acto reflejo, pero ahora no podía corregirse, retractarse o disculparse, sólo argumentar – Si te molesta no volveré a...

- ¡No! – espetó el muchacho rápidamente – No... no me molesta, sólo me ha... sorprendido, supongo... – dijo bajando la cabeza hasta dejarla apoyada contra su hombro – Es todo tan extraño... – susurró finalmente.

- Sí – coincidió girando la cabeza para que su cara quedara del lado en que estaba Potter – Hoy ha sido un día intenso, siento que he perdido el equilibrio – le explicó en voz baja. Potter dejó caer su mano entre ambos y se acomodó mejor entre sus piernas.

- ¿Eso es algo malo? – le preguntó girando un poco la cabeza para mirarlo.

- No necesariamente – contestó desviando sus ojos a la boca de Potter, la cual quedaba inesperadamente cerca de la suya – Quizá... algo repentino y confuso – susurró cada vez más nervioso, intentando extinguir las ganas de acercarse para robarle un beso – Harry...

Quería pedirle permiso, al menos eso antes de hacer algo indebido...

- Me gusta mi nombre cuando usted lo dice – susurró el nombrado aprovechando el silencioso momento de duda en el que Severus pensaba cómo pedírselo – No se por qué, pero suena diferente de cuando es otra persona la que lo pronuncia; cuando es usted el que me roza, aunque sea sin querer, también se siente muy diferente al contacto con otras personas; y cuando lo besé...

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora