Me paso una semana con wattpad desconectado y al abrirlo me encuentro con más de doscientas notificaciones. Casi se habéis cargado mi móvil de lo petado que me lo habéis dejado y a mí casi me da un infarto XD
Hola! Han pasado cinco días (creo), pero al fin acabé el lemon!!!!!! (Es largo y detallado e.e En total, el capítulo consta de 6.200 palabras) Espero que lo disfrutéis ^^ Y no pongo nada más aquí, porque me muero porque lo leáis >///<
Severus tardó una semana en aparecer frente a la puerta del número 12 de Grimmauld Place, lo justo y necesario para dejar sus asuntos resueltos en Hogwarts y avisar en El Caldero Chorreante (donde se hospedó después de salir de Azkaban) de que ese verano no le haría falta la habitación que previamente había dejado reservada.
Esta vez le pudo el ímpetu y mandó sus maletas directamente a la casa antes de aparecerse delante de la puerta, sus toques a esta fueron mucho más delicados que la última vez que estuvo allí pese al nerviosismo por su imprevisible decisión de pasar el verano con Harry. No lo había meditado demasiado y se había dado cuenta muy tarde de que iban a convivir en una casa durante dos meses y medio (casi)... Era un enorme paso para él, quién no estaba familiarizado con ese tipo de acciones e impulsos.
Al otro lado de la puerta se escuchó un estruendo, supuso que Harry debió tropezar con sus maletas, incluso lo escuchó quejarse:
- ¡Oh, joder! - masculló bien alto.
Casi lo hizo reír, de hecho estuvo a punto de hacerlo, solo que Harry abrió la puerta y de repente tenía un par de labios sobre los suyos y unas manos aferrando su camisa que tiraban de él al interior de la casa.
Por supuesto, Severus se dejó llevar, le divertía que el muchacho lo arrastrase por el pasillo demostrando esa ansia, pero un pequeño fallo en el cálculo de Harry - que había olvidado completamente su tropiezo con las maletas en la ilusión del momento - los hizo caer de bruces produciendo un déjà vu de la caída que tuvieron en el salón tres meses atrás, salvo que esta vez era Severus el que había acabado encima.
Los besos desesperados se transformaron en risas irrefrenables, el inicial instante apasionado en un momento trascendentalmente tierno.
- No lo esperaba tan pronto, señor - confesó el muchacho ilusionado.
Severus frunció el entrecejo sin dejar que su sonrisa se desvaneciera.
- Ya no soy tu profesor, deja de usar un trato tan formal cuando hables conmigo - lo pidió y a Harry casi le dio un ataque por la impresión; la expresión de su rostro se tensó; sus ojos estaban muy abiertos, la boca formaba una línea muy rígida y hasta los músculos de su garganta parecían entumecidos - Vamos... - suspiró Severus aguantando la risa - Nos besamos a menudo, has dormido en mi cama... nos toqueteamos... Creo que es hora de que empieces a llamarme por mi nombre en vez de "Profesor Snape" o "Señor Snape".
A Harry se le colearon las mejillas, desvió la mirada mientras se mordía el labio inferior, éstos temblaban en una tenue sonrisa que intentaba reprimir.
- ¿De verdad puedo llamar-te... Severus... a secas? - preguntó, en su tono se intuía la incertidumbre, la incredulidad, como si hubiese imaginado ese omento muchas veces pero no creyese que llegaría jamás.
- Te lo estoy pidiendo - contestó Severus sonriéndole. Una vez hecha la aclaración giró la cabeza a los lados. Antes ya se había percatado de que la casa presentaba un aspecto impecable, pero ahora quería ver todos los cambios; el suelo relucía, las paredes aún desprendían el característico olor a recién pintado, pero también había otras cosas que destacaban por el contraste con un mundo donde no pertenecían - ¿Has comprado una televisión? - preguntó extrañado mirando el aparato colocado en el salón.
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Cicatrices
FanficLas huellas del silencio son visibles sólo para aquellos que saben mirar, para aquellos que también callan y reprimen el dolor, para aquellos que esconden el miedo, para aquellos que no saben sentir nada más temor.