Allí estaba el peli celeste de nuevo, siendo regañado por su hermano, curiosamente menor, ¿no se supone que los hermanos mayores son quienes regañan a los menores? Bueno, ese no era el caso de Ash. Aunque no le ponía atención, era el regaño de todos los días, sabía perfectamente lo que le estaba diciendo al derecho y al revés.
—Ash, debes comprender que ya estoy cansado de esto, cada vez que vuelvo a casa te encuentro escribiendo estas cosas, ¿algún día lo dejarás?— dijo esto sosteniendo unas hojas en su mano, eran las cartas en las que el peli celeste había estado escribiendo hace unos momentos. ¿Qué decían? Ni el mismo Hyde las quería leer, sabía que contenían poemas deprimentes o un adiós. —Te inscribiré en la universidad de nuevo, ¿entendido? Harás la carrera de literatura que comenzaste hace años y serás un escritor famoso.
—No lo haré. Ya déjame en paz.— Se acostó de nuevo en su cama y se cubrió con las sábanas mientras su hermano menor se quejaba de lo negativo que era el mayor.
Simplemente esperó a que Lawless saliera, para tomar las llaves de su moto y salir por la ventana; ya estando abajo se colocó el casco, subió a el transporte y comenzó un pequeño viaje a la biblioteca. Era el único lugar donde realmente se sentía cómodo, y allí planeaba acabar con su "inmortalidad".
Habiendo llegado, entró a el establecimiento con pasos perezosos, un hábito de él desde que era niño, ni sus propios hermanos le habían visto reír alguna vez, por alguna extraña razón tenía esa personalidad fría y seria, pero no porque se obligara a ser así, claro está.
Subió a el techo de la biblioteca sin que los guardias se dieran cuenta, el cielo era nocturno ya, y la luna estaba en plena llenura, su blanco resplandor, reflejo de el sol, era la única iluminación del peli celeste, siempre visitaba esa vista a la misma hora, esperando tener el valor suficiente para volver hacer lo que todos llaman "una estupidez". Era una especie de rutina, tomaba un libro y leía con ayuda de la linterna, ya que obviamente la luna no era suficiente, o incluso escribía sus famosos y prohibidos poemas, o solamente escritos, los cuales guardaba en secreto, donde nadie los pudiera encontrar. Allí escribía la forma en la que se sentía, o lo que deseaba, hoy decidió hacer lo segundo.
Son obscuras las luces de esta noche, que es de igual manera oscura, cada una de las estrellas representa a quienes dejaron este mundo, y mi mayor deseo es acompañarlos, no tengo segundas oportunidades en esta vida, ¿seré capaz de ir a otra mejor?
Simples susurros en las sombras me dicen lo que debo hacer, nadie entiende lo que quiero, he buscado, buscado...sin haber encontrado, aquel sentimiento del que todos hablan, ¿realmente existe? no, es una simple fantasía de la gente para rellenar la necesidad de ponerle nombre a la comodidad, pero la felicidad no viene entera, siempre trae dolor, entonces, ¿por qué sufro tanto sin tener felicidad?
Acabemos con esto....
El peli celeste se levantó, dejando a un lado las notas, miró la ciudad, ruidosa como siempre, molesta como siempre, completa de personas con un objetivo, Ash alguna vez tuvo un objetivo, el más simple, estudiar literatura, trabajar como escritor, tener una familia orgullosa de él... Pero un día se dio cuenta de que eso no era lo que realmente deseaba, ¿de verdad quería algo tan absurdo? No sería feliz con eso, sería una máquina que simplemente produce lo que otros quieren ver, día y noche haciendo lo mismo; si hubiera sido escritor, estaría sentado en frente de una computadora, trabajando en su nuevo éxito antes de la fecha límite, y si la editorial no lo aceptaba por incluso un solo error, debía reescribirlo todo, fue entonces cuando lo supo, esos escritos diarios estaban llenos de soledad y tristeza, nada más.
Vacíos.
Se paró en el borde de el edificio, para ser una biblioteca, era enorme, cuatro pisos, el peli celeste había leído casi todos esos libros.

ESTÁS LEYENDO
Sombras destinadas (KuroMahi/yaoi)
FanficLas historias suelen comenzar con "Había una vez" "En algún lugar" "Hace mucho tiempo".... Pero esta no, ya que no habla de la historia de príncipes y dragones, nada de eso. Sleepy Ash, un chico de veinticinco años que ha deseado morir desde hace mu...