Sombras destinadas (KuroMahi/yaoi)

Desesperación

Llegaron al hospital lo más rápido que pudieron, y encontraron a Mahiru dando vueltas de un lado a otro sin parar de llorar, con su notable preocupación. Licht y Lawless corrieron a su lado, el castaño parecía que fuera a explotar en cualquier momento.

—Ma-Mahiru... — llamó el azabache al castaño, este se sorprendió, puesto que no notó el momento en el que los dos hombres llegaron a su lado. Mahiru no pudo hacer más que llorar.

—Puedes.... ¿Puedes explicar lo que pasó? — pregunto Lawless, no quería estresar al castaño, por lo que tenia que ser suave.

Mahiru procedió a relatar lo sucedido en la universidad, hasta el momento en el que Tsubaki le había disparado a Ash; los dos recién llegados miraban estupefactos al castaño, no se podían creer que aquel hombre al que no veían hace años apareciera a formar un escándalo en mitad de un campus, y no sabían la razón, ni cuando volverá a atacar.

—¿Ash está....bien?— cuestionó el peli naranja a Mahiru, él miro la habitación de su derecha y suspiro.

—Esta estable, pero el doctor dijo que no saben si despertará pronto..... Hay posibilidades de coma....— Aterrado, Lawless coloco una mano en su boca, y algunas lágrimas comenzaron a salir.

—Entonces— dijo Licht— tendremos que esperar.

~•~•~•~•~•~•~•~••~•~

Todo era oscuro, Ash podía ver nada por mas fuerza que hiciera. Tenía miedo, todo el panorama era demasiado desconocido para él, y aquello es de las cosas que más aterran a un humano. Además de creer que estaba muerto, y a pesar de que es lo que más quiere, no le gustaba mucho la idea en ese momento.

Una luz blanca lo cubrió totalmente hasta ver un pasillo, pero .. lo reconocía, se encontraba en la preparatoria hace tantos años, épocas que no recordaba, momentos en los que seguramente era feliz pero ya no lo podía saber.

Esos recuerdos estaban perdidos.

Caminó por el edificio, confundido, sin tener idea de cómo llegó allí, o por qué, la opción de estar muerto era favorable para la situación.

—¡Ash! ¡Ash!— Allí estaba el castaño, pero mucho más joven,  que corría alegremente hasta lo que parecía ser el mismísimo Ash a sus diecisiete años. 

—No entiendo nada..— dijo, su voz era un eco extraño, demasiado a su parecer. Miró a Mahiru, a diferencia de cómo es ahora, no ha cambiado mucho, tal vez dos centímetros más alto.

—Ash, deja de irte sin mi a almorzar, idiota.— Ese Ash suspiró y se fue con el castaño a la azotea, parecía tan lleno de vida, con el único detalle de su inseparable pereza. Aquella época en la que no se preocupaba por nada, no vivía un infierno o todo era feliz. Al menos eso creía. Pero su mayor incógnita era, ¿conocía a Mahiru antes? Y si era así, ¿por qué no le dijo nada en su reencuentro?

No hubo tiempo para seguir preguntando, en un parpadeo ya estaba en otro lugar, una habitación.

Esta no era normal, habían pantallas por todos lados mostrando eventos que aparentemente eran de aquellos años, en la mayoría Ash estaba con Mahiru.

—Hasta que vienes, te estaba esperando, Ash.— Giró a mirar de quién procedía esa extraña voz, al bajar la mirada una criatura muy extraña,con orejas, cola, y unos ojos nada agradables, saltaba feliz por ver al muchacho.