Capítulo 18

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Más o menos una hora después de levantarme para comer algo, Gun llegó a mi habitación para despertarme.

Cuando fuimos a la cocina para desayunar, nos encontramos a Aoi y a Ed abrazados en el salón.

— Volveré pronto —le susurró Ed al vernos.

Entonces se levantó y se acercó a mí enérgicamente.

— Vámonos ya, es hora de empezar a entrenar —me dijo poniéndome una mano en el hombro.

Mi estómago rugió de hambre e intenté protestar:

— Pero aún no he desayunado...

— Ya te has comido mis galletas sin permiso, así que no te hace falta nada más —me cortó Ed mientras me tiraba de la chaqueta para llevarme a la puerta.

Antes de salir, la pequeña Nix se acercó a su padre y se tiró a sus brazos.

— Te echaré de menos —lloriqueó.

Ed sonrió ampliamente, le devolvió el abrazo a su hija y la dejó en el suelo tras depositar un beso en su frente:

— Hazle caso a mamá mientras estoy fuera, no hagas travesuras.

Nix asintió y fue a sentarse con Aoi en el sofá. Antes de salir de allí, Ed le dedicó una última mirada a su mujer y a su hija y luego procedió a teletransportarnos.

De pronto nos encontramos en un bosque: la vegetación era abundante y aunque no se veía la luz del Sol había bastante claridad.
Un poco más adelante de donde estábamos se podía ver una casa, no parecía demasiado grande y se veía a simple vista que era antigua. Entramos en ella y nos sentamos en unas sillas que había en lo que parecía un salón.

— Bien, ahora que ya estamos aquí comenzaremos a hablar —dijo Ed sin rodeos—. La mazmorra en la que realizaste la prueba se llama "La Torre de los Cielos": está estructurada en pisos en los cuales la dificultad va aumentando gradualmente y en lo más alto hay un trono.

—¿Un trono? —pregunté confuso.

— Sí. En él descansa un dios que domina sobre la realidad y posee el poder de manipularla a su antojo... No se sabe con certeza cuál es su nombre y muchas leyendas falsas intentan darle uno, aunque por otro lado se sabe de varios nombres que suele usar para referirse a si mismo como por ejemplo "Narrador-Sama" o "El Dios de la Realidad" —me explicó—. Este dios te ayudó durante la prueba.

Yo di un salto, sobresaltado.

— ¡¿Cómo?! —chillé horrorizado—. Si alguien me hubiese ayudado no hubiera pasado por una experiencia traumática como esa.

— Aunque no lo creas, si no fuera por su ayuda no serías tan fuerte ahora mismo —dijo Ed—. Él fue quien envió la araña que te atacó para ayudarte a subir de nivel a tu invocación y para que no siguieras avanzando por la torre. Además también hizo que el ogro te encontrase para que subieras de nivel y descubrieras que no puedes morir.

No acababa de comprender sus últimas palabras, así que decidí preguntarle por ello:

— ¿Cómo que no puedo morir?

Ed se cruzó de brazos y asintió antes de comenzar a hablar.

— Bien, así encadenamos dos temas de los quería hablarte: cuando nos vimos por primera vez noté algo raro en ti, había algo que te hacía diferente de los demás.... Y cuando el ogro te "mató" confirmé lo que sospechaba: dentro de tu interior hay un parásito que está absorbiendo parte de tu energía vital para sobrevivir. Entonces, cuando estás a punto de morir, este ser utilizará parte de su energía para recuperar tus heridas y mantener tu alma ligada a tu cuerpo, e incluso puede tomar control de él para asegurarse de que no vuelvas a morirte.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora