Capítulo 23

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Regin Silverlight, el mejor alquimista de toda la academia de héroes, capaz de crear poderosos brebajes con los que dar una gran ventaja táctica a su grupo.

En teoría no sabía pelear, pero en la academia existían rumores de que era un gran mago de combate, superando incluso a Frea; pero al parecer no le gustaba pelear y por eso no mostraba sus habilidades... Pero tan sólo eran habladurías de críos.

Siempre estaba con su amigo Glint Fullboar, un chico bastante alto, de corto cabello rubio y ojos verdes. Se trataba de un gran arquero que, debido a su vagancia, no había conseguido destacar en la academia.

Ninguno de los dos solía hablar con otros héroes, lo que les convertía en bichos raros: aunque les invitasen a algún grupo para pasar el rato, siempre les rechazaban y se quedaban solos.

Nada más entrar en la habitación, Regin comenzó a mirarme y tras unos segundos de silencio me saludó con una sonrisa.

- No sabía que habías abierto un negocio, Aiden -me dijo contento-. Unos aventureros me han dicho que aquí había alguien muy poderoso que me podría ayudar con mis problemas, pero no me imaginaba que fueras tú.

Así que al final, ayudar a aquellos aventureros en la mazmorra me había servido para conseguir un poco de publicidad gratis... Qué buena suerte.

- ¿Qué es lo que necesitas? -le pregunté.

- Pues verás, ayer estaba viajando con Glint por unas montañas cercanas a Majagar cuando de repente fuimos atacados por un grupo de personas que, por la ropa que llevaban, deduje que se trataba de un culto a Asmodeo -explicó Regin a punto de llorar-. Glint decidió entretenerlos para que yo pudiese escapar y conseguir ayuda... Si no lo rescatamos pronto, él podría... Podría...

- Tranquilo -le dijo Chain, que también estaba presente-. Ayudaremos a tu amigo, no tienes de qué preocuparte.

Regin se secó las lágrimas con el dorso de la mano e intentó sonreír:

- Muchísimas gracias -respondió finalmente.

Gracias a Chain, de pronto nos encontrábamos en medio de una misión que parecía ser muy peligrosa.

Dejamos a Regin sentado delante de la chimenea para que pudiese tranquilizarse y nosotros fuimos a prepararnos.

Mientras recogía mis cosas, Gun se apoyó en el marco de la puerta con una sonrisa.

-¿No te parece un poco contraproducente ayudar a ese chico teniendo en cuenta nuestro objetivo? -dijo riéndose.

Yo suspiré y me pasé una mano por el pelo.

- Ya lo sé, pero ahora no podemos echarnos atrás. Además, hay que pensar en esto como si fuera una inversión para el futuro: al ayudarle ganaremos buena fama y más dinero, lo que nos facilitará conseguir más poder y así lograr vengarme.

- Bueno, si eres capaz de autoconvencerte de esa forma me parece perfecto -dijo Gun mientras se marchaba de la habitación.

Las palabras de mi amiga me hicieron pensar: era verdad que, teniendo en cuenta la situación, podía aprovechar para matar dos pájaros de un tiro; pero al mismo tiempo era verdad que necesitábamos conseguir una buena reputación. Y además, si de todos los héroes de la academia tenía que dejar vivir a alguno estaba contento de que fueran estos dos, ya que ellos nunca habían mostrado ningún tipo de maldad como los otros.

Cuando ya estuve listo fui a la habitación principal donde ya estaban Chain y Gun y entonces comenzamos nuestro viaje. Tardamos un par de horas en llegar a las montañas en las que se suponía que habían capturado a Glint: era una cordillera bastante grande y llena de nieve en la zona más alta.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora