Capítulo 55

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Rápidamente desenvainé mi cuchillo base y, mientras le aplicaba [Magia Sagrada], me abalancé sobre mis enemigos mientras utilizaba [Magia de Metamorfosis] para aumentar ligeramente mi velocidad.
De esta forma comencé a deshacerme de mis contrincantes, los cuales al ser esqueletos y por lo tanto no-muertos, eran cortados como si se fuesen un trozo de papel por mi cuchillo, que había crecido hasta convertirse en una especie de espada de luz.

        Gracias a esto acabé con todos ellos en cuestión de minutos y sin realizar un esfuerzo demasiado grande, solo gastando una pequeña parte de mi [Mp].

Continué por el pasillo una vez se encontró despejado. Era un espacio recto, sin ningún tipo de desvío o salida en los laterales, solamente había dos puertas a cada extremo del pasillo; por lo que me dirigí hacia la que me quedaba más lejos.
        No dudé ni un segundo y abrí la puerta, adentrándome en su interior. Tras el umbral me encontré con una habitación bastante grande, con los suelos y las paredes de piedra, estas últimas llenas de coloridas cristaleras.
Además, había una enorme alfombra de colores bastante deteriorada que se extendía desde la puerta hasta el fondo de la habitación. A ambos lados de la alfombra había varias filas de columnas de piedra que se alzaban varios metros hasta el techo.

       Al fondo de la sala, justo donde terminaba la alfombra, había una especie de trono en el cual se hallaba sentado un esqueleto vestido con una armadura metálica de un color gris oscuro. Me fijé en que el sujeto tenía dos espadas colgadas de la cintura, una de un tamaño normal y otra más corta; y en que justo detrás suyo había una puerta enorme.

Al avanzar unos pocos metros a lo largo de la alfombra, la calavera del esqueleto se movió de golpe para mirarme, apareciendo acto seguido en las cuencas de sus ojos dos pequeñas llamas de color azul.
        Haciendo fuerza con sus manos sobre el trono para levantarse, se incorporó y desenvainó sus armas. En ese momento me fijé en que la espada más corta tenía una especie de muescas en uno de los lados de la hoja, las cuales no sabía qué función podrían tener.

       — Me llamo Zaraphis y soy el guardián de esta sala —dijo una voz proveniente del esqueleto mientras este castañeaba su dentadura—. Si desea pasar tendrá que vencerme. Espero que usted me suponga un mayor reto que el que me proporcionaron los últimos desafiantes.

Al terminar de decir eso comenzó a avanzar lentamente en mi dirección, así que me puse a pensar rápidamente y al final creé un pequeño proyectil utilizando [Magia Sagrada] que lancé apuntando a la calavera, ya que era la única parte que no le cubría la armadura. Él por su parte, lo desvió con facilidad utilizando su espada más corta.

Viendo que ataques de ese estilo no serían de ningún tipo de utilidad decidí acercarme para atacar.
       Volví a desenvainar mi cuchillo para aplicarle [Magia Sagrada] mientras en mi otra mano creaba una lanza de luz con la misma habilidad y comencé a correr en su dirección. Cuando estaba a menos de dos metros de distancia de él, traté de cortar su calavera por la mitad con un tajo vertical utilizando la espada de luz en la que se había convertido mi cuchillo, a lo que él reaccionó colocando su espada corta para bloquear mi ataque.
       De esta forma el filo de mi espada quedo justo en una de las muescas de la hoja de su espada, momento que él aprovechó para dar un tirón a su espada perpendicularmente a mi hoja, con lo que rompió la mía en mil pedazos, incapaz de soportar la presión de su movimiento, dejándome de nuevo con un simple cuchillo.

        En ese momento comprendí para que servían las muescas de la espada corta que poseía mi rival. El objetivo principal de su arma era el de bloquear e inutilizar las armas de corte de su rival, empleando las muescas de la hoja para enganchar el arma enemiga y partirla aplicando fuerza.
Al ver lo que había hecho con mi espada no tardé más de unas décimas de segundo en reaccionar y tratar de clavarle la lanza de luz que tenía en la otra mano, pero él se defendió rápidamente dejando caer su espada larga al suelo y colocando su mano en la trayectoria de mi puñalada, provocando que mi lanza se rompiera contra el guantelete de su armadura.
Después utilizó su espada corta para intentar apuñalarme en el pecho, lo cual pude evitar moviéndome hacia la derecha y recibiendo la puñalada en el brazo izquierdo en lugar de en un punto mortal.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora