I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso)

Capítulo 31

Cuando por fin me hube recuperado por completo comencé a meditar sobre lo que había pasado:

¿Quién era aquel hombre y por qué me había atacado? Según lo que había dicho, fue por eliminar a Hawil, ¿pero qué tenía Hawil de especial para él?¿Era porque Hawil algún día heredaría una inmensa empresa que generaba muchísimo dinero o era por su condición de [Héroe]? Y si era debido a esto último... ¿Entonces me había advertido para que abandonase mi misión de venganza? ¿Acaso aquel hombre tenía algo que ver con Irathel?

Cuantas más vueltas le daba al asunto, más confuso se volvía todo y más preguntas aparecían, así que decidí dejarlo estar por el momento.

Entonces recordé que aquel hombre me había dado su cruz y la saqué rápidamente del bolsillo para examinarla: intenté encontrar algún tipo de pista en ella, pero no tenía ni una sola marca o inscripción que pudiera ayudarme.

Una de las cosas que me había dicho mientras me entregaba aquella cruz era que le diese saludos a Gun, por lo que imaginé que podría conseguir bastante información sobre él si le preguntaba a mi compañera, así que decidí que ya era hora de proseguir con mi viaje.

Más o menos al mediodía había llegado a Majagar, y me dirigí directamente a la tienda.

En cuanto entré por la puerta me encontré a Gun sentada detrás del mostrador mientras leía un libro. Tal y como me vio pasar por el umbral sonrió casualmente, como si nos hubiéramos visto el día anterior, sin despegar la mirada de su lectura.

— Por fin llegas —dijo levantando un poco la vista para echarme un ojo—. Ya empezábamos a creer que te habían matado.

Ella siempre tan borde y seca... y aún así, podía notar un atisbo de felicidad en su voz. ¿O quizá era alivio? Supongo que simplemente se alegraba de que no hubiera regresado en un ataúd.

— Siento haber tardado tanto, las cosas se complicaron más de lo esperado... —le respondí sonriendo.

— Entonces tendrás que contarme con todo detalle lo que has hecho todo este tiempo —se interesó, posando el libro en el mostrador y apoyándose sobre éste.

Ahí estaba la mirada violetácea de Gun que tanto había echado de menos estas largas semanas: cómplice e intimidante a la vez. Sonreí para mis adentros y metí la mano en el bolsillo para sacar la cruz, pero cuando estaba a punto de hacerlo llegaron los demás y decidí que sería mejor dejarlo para más tarde.

Una lástima que mi reencuentro a solas con Gun durase tan poco... Quizá luego debería convencerla para ir a dar un paseo y mostrarle la cruz.

—¡Aiden! —gritó Regin mientras corría para abrazarme—. Menos mal que has llegado, nos estabas preocupando.

— No ha pasado nada —dije intentado quitarle importancia—. Todo ha salido a la perfección.

— Entonces… ¿has asesinado a Hawil? —preguntó Glint, que estaba a unos metros de distancia.

Por el tono de voz que había usado, era obvio que eso era algo que le preocupaba, y al mirar a la cara de Regin me encontré con el mismo resultado, por lo que decidí que mentirles era la mejor opción:

— Al final no he hecho nada de lo que tenía pensado —improvisé—. Al llegar allí me arrepentí de haber pensado en vengarme con artimañas y engaños, así que decidí dar la cara y retar a un duelo a Hawil, el cual él aceptó.

— Bueno… Al menos ha sido algo justo y sin demasiado dolor—dijo Regin triste—. Gracias por hacerlo de ese modo, Aiden.

Entonces escuché un leve tamborileo de dedos proveniente del mostrador y me encontré con Gun mirándome con cara de desconfianza.