Idas y vueltas

Capitulo 14 - Campamento parte V

No sabía que iba a hacer, pero cuando vi a Benja, cuando vi que venía caminando directamente hacia mi estuve preparada. Estaba preparada para lo que me tenía que decir, estaba lista para el rechazo, y estaba lista para aceptar que por lo idiota que soy lo había perdido. Obviamente no estaba preparada para perderlo, pero ya lo había aceptado, no me quedaba otra.

La verdad es que no me acuerdo mucho de la charla, por lo menos no tal cual fue, lo único que me acuerdo bien fue la "discusión" que tuvimos en ella sobre el tema ¿Y ahora qué?

-Vamos a seguir siendo amigos - me dijo él.

-Estas seguro Benja? Porque los primeros días no fueron nada lindos y... ahora vos ya sabes bien lo que queres- o mejor dicho lo que no queres, no me queres a mi.

-Sisi, estoy seguro. Además, es un algo, ya se va a pasar.

Eso podía ser verdad, pero podía que no. ¿Que pasaba si no me podía sacar a Benja de la cabeza? ¿Y si seguíamos siendo amigos y me empezaba a gustar 100% en serio? Y la cagaba más de lo que esta ahora...

-¿Y si no se me pasa? Y todo esta lleno de momentos incómodos... ¿Y si me sigo llevando con vos y se hace algo más serio?

Si veías la situación de afuera... Parecía que no quería que seamos más amigos. Y de adentro también. No me cuesta mucho convencer a las personas, y yo sabía, ya que había pensado mucho las horas previas a la charla, que era lo mejor para él, lo iba a extrañar mucho, pero iba a ser un maldito peso para Benjamín. Para un hombre que piensa con la de abajo, no hay nada peor que tu amiga fea guste de vos.

-¿Y qué propones? - me preguntó

No quería decirlo yo, quería que "fuera su idea", quería que él piense que el estaba buscando una buena solución, así estaba bien con la decisión. Así que le dije que no sabía, le di vueltas, y de a poco le fui tirando todas cosas negativas sobre seguir llevándonos, con mis preguntas, las mismas que rondaban en mi cabeza que no tenían respuesta. Y nunca dije nada sobre nuestras charlas, nuestra amistad, las risas. Nunca dije nada sobre todo lo que lo iba a extrañar. Y me odié por haberlo cagado todo.

Una vez que el estuvo totalmente convencido de eso, unas lagrimas estaban asomándose por mis ojos, pero no quería demostrar lo vulnerable que estaba, no quería que supiera que había roto mi capa exterior de "chica dura, seca" no quería que sepa lo mucho que me dolía. Así que, me las enjuague como pude, pero se dio cuenta. Y me abrazó. No sabía como iba a dejarlo ir.