Capitulo 20

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Al otro día, efectivamente tuve el cumpleaños de mi primito, así que me desperté- a regañadientes- a las 11, y mi mamá me paso a buscar a las 12 para ir hasta allí.

Lo único que hice en todo el cumpleaños fue hablar con él. De cualquier cosa. No me podía despegar de mi celular, además eso era cualquier cosa, por ejemplo:

Yo: tengo hambre

Benja: Ja, yo estoy por comer

Yo: no seas maloo, me suena la panza L

Benja: Ay, que lástima, ya me sirvieron la comida *foto de la comida*

Yo: QUE ODIO, que malo que sos, disfrutas de mi sufrimiento

Y así. Cualquier cosa era tema de reírnos del otro, de hacernos los difíciles, de querernos y de seguirnos conociendo.

Ese día a la tarde seguimos hablando, y a las 6 de la tarde jugaba su equipo favorito de futbol, así que yo, para no molestarlo, le dije:

Yo: Empezó el partido, no’

Benja: Sisi, por?

Yo: Para saber… te dejo que lo mires tranquilo, más tarde hablamos

Benja: No es más importante

Yo: El que?

Benja: Un partido que hablar con vos

Yo: ah, jajaja estas loco

Benja: no

Yo: si

Benja: no

Yo: si

Y así seguimos mucho más tiempo hasta que me cansé y le dije:

Yo: te odio. Si.

Benja: yo te amo. No.

Yo: Si.

Esquivando otra vez… no se cuanto más voy a aguantar.

Esa semana había un viaje a la capital de mi país, un viaje de estudio por la materia lengua y literatura. Nada más aburrido. Por eso y porque me parecía tirar la plata no fui. Pero Benja si, y no iba a ir dos días al colegio. Que odio.

Salían el martes a las 2 am. así que iban el lunes al colegio, estaban todo el martes y volvían ese día la noche o el miércoles a la madrugada, así que este último día tenían falta justificada. Diversión eterna.

El lunes, salimos temprano del colegio y me volví en el colectivo con Benja y dos de sus mejores amigos. En el camino, estaban organizando para ir un rato a lo de Benja a hacer nada… y uno de sus amigos me dijo:

-Venis?- Y yo, no sabía que mierda contestarle, porque convengamos que Benja no me había olvidado nunca

Yo, miré a Benja y le contesté:

-M, no, no creo.

Y los dos amigos de Benja empezaron a insistirme, pero Benja no me decía nada, hasta que me miró y me dijo: Vení si queres eh.

Pero eso no me convenció para nada, entonces, cuando llegamos a la parada de la casa de Benja, me bajé como de costumbre para poder tomarme el otro colectivo y, cuando llegamos a la esquina de su casa seguía sin saber que hacer. Él me preguntó que iba a hacer y le dije que me diga él. Y no me decía, así que le dije que bueno, que entonces me iba a mi casa, que seguro estaba mi hermana y a mi mamá no le gustaba que este mucho tiempo sola y me fui a mi casa. Fue su decisión, no la mía. Más tarde, recibí un wapp suyo.

Benja: Estas enojada?

Yo: nada que ver

Benja: es que siento que hice algo mal

Yo: el que?

Benja: Dejarte ir

Idas y vueltasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora