Todos los días lo veía en el colegio. Todos los días me levantaba y decía: hoy lo voy a ver. Todos los días me reía por cualquier cosa sin sentido que decía. Todos los días amaba estar con él. Cada vez que él quería que alguien lo acompañara a tal lugar yo iba. Cada oportunidad que tenía de estar con él sentados en el patio del colegio, y de escucharlo hablar y hablar y contarme sus problemas, sus ambiciones, anécdotas, la aprovechaba. Es por eso que para todos era tan obvio que algo nos pasaba, o por lo menos a mi.
Digamos que Benja no es del tipo... atractivo. Nunca había estado con nadie, ya con eso se puede decir bastante, no porque este mal, si no que comparado con los otros chicos era... raro que eso no haya pasado. Y todos se sorprendían de lo que veían, de como actuaba yo cuando estaba con él.
TODOS, chicos y chicas, sabían, estaban seguros, daban sus casas porque nos pasaba algo. Y yo estaba desesperada, se que soy obvia pero... ¿PARA TANTO? Bueno, puede ser... Benja puede ser bastante insoportable, y solo yo lo soporto así.
Por todas esas razones... cuando Martín metió la pata, decidí confesarselo, total... ¿Que perdía? Si era tan obvio como todos decían.
Lo que no me esperaba... era su respuesta.
Como cobarde que soy, -aunque no suelo serlo hablando de chicos, no se que me pasó- se lo dije por chat, y se lo dije de una manera bastante peculiar. Porque ¿Qué le podía decir?¿Me gustas? Era mucho, lo iba a asustar y no era que "lo amaba" o algo así. ¿Quiero estar con vos? PUAJJ, no, no, no y no. Así que decidí decirle, una expresión típica de donde vivo: -Te re doy-
¿Algo peor? ¿Alguien tiene una idea? ¿No? ¿NADIE? Mierda.
La respuesta fue como un golpe en el estómago. Con una silla. Que pesa 20 toneladas.
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Idas y vueltas
Novela JuvenilVieron cuando leen un libro sin prestar atención y de repente pasa algo increíble y uno se queda como WOW, ¿Qué es esto? ¿De dónde salió? Y tienen que volver a releer para ver como llegaron hasta ahí... Bueno, así era él, solo que si volves a leer...