Starlight → baekyeon.

❀capítulo 4: tobillo palpitante

Pero no podía dejar que nadie viera el dolor reflejado en mi cara. Siempre había sido la fuerte de todas. Cuando ganamos premios o cosas así, todas se ponen sentimentales y lloran hasta que se secan. Yo soy la que tiene que estar sobria y dar la cara por el grupo. Era algo a lo que estaba acostumbrada a hacer, omitir mis sentimientos. Me había hecho muy buena en ello, creo que hasta podría ganarle a Yuri y Yoona actuando.

—En cinco, cuatro, tres, dos, uno y... —contó Hyon Eun para que empezara la canción y nuestro baile por igual. Respiré hondo y proseguí. Me había tomado los calmantes que me había recetado la enfermera, así que debería estar bien en algunos quince minutos.

Cuando tuve que hacer las patadas en el aire y de un momento a otro tenía todo mi cuerpo en el pie derecho, no tuve más opción que quejarme en un insonoro gemido, que no pude contener. Pero, fue en vano pues Kasper se había dado cuenta.

—¿Te sientes bien Tae? —él pregunta cuando ya me ha dejado en el suelo. Alcé mi pulgar en señal de que estaba bien y seguimos bailando. Enserio, si éstas pastillas no hacen efecto pronto mataré a aquella muchacha bonita que me las recetó.

Seguíamos practicando y cada vez se me hacía más difícil moverme adecuadamente. Pero, o los demás sabían que no me gustaba mostrar ese lado débil o de verdad se estaban creyendo mi número pues, nadie decía nada. Luego, el shock emocional me golpeó. En menos de cuatro días teníamos el aniversario de la disquera, ¿qué si no me he sanado para ese día? Dios mío, será un infierno. Entonces deberé practicar aún más la sonrisa de que todo estaba bien. Apuesto a que no me dejarán salir a escena con la venda amarrada en mi tobillo. Creo que eso lo hará aún peor, eso quiere decir que no tendré ningún soporte. Y por lo visto, el nuevo baile es a base de brincos y saltos, según el vídeo que nuestro coreógrafo había mandado. Esta será una larga semana.

Suerte que ya había aprendido todo el baile de "Why". En dos días gracias al cielo ya todos sabíamos nuestros respectivos pasos, aunque quedé en seguir viniendo para ensayar aún más y más, como lo que estoy haciendo en este momento. Dieron las diez de la mañana y tuvimos un descanso, lo cual agradecí en voz alta.

Cuando entré al SM Café, fui directamente a ordenar. Esta vez me di el lujo de ordenar mucha comida, y a mucha comida me refería a dos croissants en vez de uno. Un brownie y un café frío, como siempre. Vi a lo lejos una paleta helada que decía "Girls Generation", que no pude evitar comprar. Además de todo, un vaso con hielo, el cual mi tobillo pedía a gritos.

Llegué a mi habitual mesa y, sigilosamente, bajé el vaso hacia mi pie, en donde lo coloqué justo al lado de mi tobillo palpitante. A este paso, jamás sanaré. Suspiré de alegría cuando tenía el frío sobrellevando mi dolor, y comencé a comer mi croissant. Como siempre, Kasper estaba enfrente de mí.

—Y dices que no te duele —alzó una ceja.

—No me duele —dije con la boca llena. El dobló su cuerpo en forma que podía ver mi tobillo y alzó una ceja—. Okay, me duele. Pero no es para tanto, casi sana —asentí con la cabeza. Que rico, el croissant era de queso crema con espinaca. Eran surtidos, y dependiendo el sabor que salía yo misma proponía mi día. Una vez, me salió de albaricoque, no es que sea de mal sabor, pero a mi no me gustaba. Ese día fue el peor día de mi vida. Pero es rico, espero que así de rico pase el día.

—De verdad no sé cómo lo haces —negó mientras sonreía.

Aquí tienen la costumbre de poner los nombres de las bandas en cada vaso que venden, y cuando de costumbre voy a revisar el mío, era de GG. Grité de emoción y pasé a tomarle una foto. Kasper me vio con ternura y sonrió. ¿Qué, no me puedo emocionar al ver un vaso de mi propia banda? Decidí subirlo a Instagram.