•Los Pequeños Jeon• kookv

II

El asombro no tardo en aparecer en el rostro de los niños, obviamente sabían quien era, su pequeños les gustaba mucho bts y saber que su papá formaba parte de su grupo favorito debía ser simplemente increíble para ellos.

-¡¿De verdad en nuestro papá?!- con una velocidad impresionante ambos niños estaban de pie frente a TaeHyung.

-Si princesa, no les mentiría con algo tan importante- dijo el castaño con una pequeña sonrisa, no le extrañaba que los niños se emocionaran tanto, después de todo, su papá era uno de sus modelos a seguir.

-¡Eso es fabuloso, mami!- exclamo alegre YoonOh.

- Si, pero no pueden decirle a nadie quien es su padre ¿entendido?

- ¿Por qué? Yo quiero decirle a todas mis amigas- Se quejo SiAh para hacer un puchero y cruzarse de brazos.

- Vengan- abrió los brazos e inmediatamente los niños fueron hacia el, con algo de dificultad los cargo a ambos y camino a la sala donde se sentó en el sillón más grande con un niño en cada pierna- No pueden decirle a nadie por su propia seguridad, hay muchas personas que podrían hacerles daño si saben quien es su papá.

De solo imaginar que les hicieran daño a sus bebes a TaeHyung se le iba el alma del cuerpo.

Después de esa pequeña charla los niños siguieron dibujando y el mayor termino de preparar la cena.
Comieron tranquilos, con el castaño pendiente de que los niños no votaran la comida. Vieron un poco de la tv y a las 8:30 TaeHyung les coloco la pijama a los niños, los acostó y después de dejar un beso en la frente de cada uno apago la luz dejando la habitación totalmente oscura.

Una vez en la seguridad de su habitación, se dejo caer boca abajo en la cama y soltó un grito de frustración que fue amortiguado por el colchón. Le había costado tanto enterrar todos los recuerdos y sentimientos que involucraran a JungKook, tratando de ignorar cada cosa que veía en donde el apareciera o haciendo oídos sordos cada vez que una canción de su grupo sonaba para así borrarlo de su vida. Todo su esfuerzo de cuatro años desapareció con solo nombrarlo una vez, todos los recuerdos volvieron junto a sus sentimientos. Pero no podía permitirlo, TaeHyung debía entender que JungKook no volvería y que muy probablemente ya lo había olvidado.

Tenían casi cinco años sin verse, y aunque le doliera admitirlo, JungKook ya debió haber superado lo que alguna vez tuvieron.

Respiro hondo para calmarse, una vez lo logro se puso su pijama y se desmaquillo. Apenas su cabeza entro en contacto con la almohada entro en un profundo sueño.

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Eran aproximadamente las seis de la mañana cuando dos pequeños corrían descalzos a la habitación de su mamá. Irrumpieron ruidosamente en ella, se subieron rápidamente a la cama y comenzaron a saltar en ella para así despertar al castaño.

- Mami despierta, es sábado

- Llegaremos tarde mami

Con cuidado de que los niños no se dieran cuenta, TaeHyung se sentó en la cama y envolvió a los pequeños con sus brazos y se dejo caer hacia atrás llevándose a los niños con el.

- Me levantare solo si me dan un beso- dijo el castaño para luego inflar las mejillas y cerrar los ojos esperando sus besos.

Sin dudarlo niños dejaron un beso en las mejillas de su mami.

TaeHyung trabajaba los lunes, martes, miércoles y sábados. Los sábados se llevaba a los niños con el ya que eran los días donde menos trabajo tenían en la revista.

El castaño vio la hora para asegurarse de que tenia tiempo suficiente. Cargo a ambos niños y camino a la cocina donde los sentó a cada uno en una silla del desayunador.