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Julio 22
Jaen
15:45

A veces creo que tengo indicios de ser un psicópata obsesivo. No hablo por el hecho de tener algo con los Juanitos, sino por el hecho de no haber dejado de pensar en aquella chica misteriosa de la cafetería. Había algo en ella que me cautivaba y no sabía el qué. Por esa y muchas más razones es que ya tengo el título de mi nuevo libro.

"La Juanita de la cafetería" 

¡Por los cielos! ¡¿Qué clase de psicópata soy?!

—¡Leche chocolatada por favor! —reivindico sin dejar de observar mi pequeña libreta de ideas.

El mesero observas mis facciones con desdén. Algo en mi le molestaba. ¿Será porque llevo pidiendo la misma bebida durante largos meses? 

Al cabo de unos minutos el joven se acerca con una taza blanca y nueva entre sus manos. La deposita frente a mí, logrando apreciar con facilidad el rico olor a... ¿café? ¡¿Café?! ¡¿Qué rayos?!

—Lo siento, pedí leche chocolatada, no esta bebida —recalco. Mi rostro suelta una mueca de tribulacion frente a la bebida. Alguna que otra vez la tomé y debo admitirlo que era muy rico, pero adaptarme a otra bebida en estas circunstancias sería ponerme la soga al cuello y tirarme de una vez.

—Yo soy quien me debería disculpar, no hay leche así que opte por el café. —Sonríe con satisfacción mientras observa el café caliente.

Miro dudoso a la bebida, en el fondo algo me decía: "Deja de ser dramático y toma la bebida". Y eso damas y caballeros se llama adrenalina pura.

Un sorbo bastó para darme cuenta que al fin de cuentas era delicioso.

Mi mirada pasó de observar la cafeína a ver la chica de ayer.

Estaba vez era simplemente el café.

¿Y ella?

Un Simple Café©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora