Miro el reloj una vez más. Ya no recuerdo cuanto tiempo llevo encerrada aquí, esperando.
Los gritos en la sala se siguen escuchando, cuatro personas discuten vaya uno a saber de qué. Estoy aburrida. Releo el papel que llevo en una de mis manos por décimo quinta vez. ¡Al diablo! No sé quién comenzó la discusión pero yo la voy a terminar ahora.
Busco en la pared el botón escondido que acciona el mecanismo para abrir la puerta; nada en la casa de este hombre es lo que parece. Me agacho un poco para pasar por el estrecho umbral. ¿Cómo harán ellos que son mucho más altos y musculosos?
Aprieto el arma que llevo en la derecha, casi tanto como al papel que llevo en la izquierda. Camino lento, un pie tras otro, la pistola apuntando en diagonal al piso algunos metros más adelante.
Al llegar al final del pasillo, logro ver a tres hombres y una mujer alzando la voz al mismo tiempo. No puedo evitar sonreír, no se han percatado de mi presencia. Dos de ellos me conocen, pero jamás han hablado de mí. Yo los conozco a los cuatro, tal vez, sólo tal vez mejor de lo que se conocen a sí mismos.
Carraspeo para llamar su atención, sus caras de desconcierto son dignas de describirse en cualquier novela. Sus ojos viajan hacia la nueve milímetros que ahora está orgullosamente en alto, apuntando sin seguro a la única otra mujer en la sala.
-Bel... -Asiente la castaña a modo de saludo, sin quitar la seriedad de su semblante.
Los hombres, petrificados miran de la una a la otra como si de un partido de ping pong se tratara.
-Anna -sonrío amablemente-. ¡Muy bien! Ahora, todos ustedes se van a sentar en el sillón y van a responder a lo que les pregunto. Si alguien intenta hacer alguna estupidez cualquiera puede salir herido. No quiero escuchar un pip más allá de lo que les cuestione, ni ver ninguna seña extraña entre ustedes. Si se portan bien, simplemente me iré, ¿entendido? -Los cuatro mueven la cabeza en forma afirmativa al tiempo que se dejan caer con cuidado en los diferentes sofás de la sala-. ¡Bien! Calladitos se ven más bonitos...
-¿Alguien me puede explicar que mierda está pasando aquí? -Pregunta con ira contenida el de rasgos italianos-. ¿Quién carajos es esta loca?
-No le digas loca -me defiende el de bonitos ojos grises-, no le gusta, y luego arma un gran alboroto. Puede terminar por disparar a alguien... No es que me preocupe por ti -se apura a agregar-, si te dispara no me molestaría en absoluto -me guiña el ojo de manera cómplice-, ¡pero no me gustaría ver a nadie más herido!
-No te preocupes Jason, yo te explico -los interrumpo antes de que comiencen a discutir de nuevo-, mi nombre es Bel, y soy la autora. Las lectoras me mandaron algunas preguntas para ustedes, así que vamos a responderlas.
-¿Autora? ¿Lectoras? No entiendo nada, y en todo caso, ¿por qué lo haría? -Cuestiona el intento de Hulk cruzándose de brazos, haciendo que estos se hinchen para lucir más imponente.
-Porque es de mala educación no responder a lo que te preguntan -contesta por mí, como si fuera los más obvio, el gorila que decidió sentarse en el piso en posición de indio.
-¡Exacto! Y porque yolo -termino de completar la idea-. ¡Muy bien comencemos! ¡Riley!
-¿Por qué él va primero? -Se queja Jason.
-¡Shh! -Lo callo-, esta pregunta la escribió alguien a quien ya conoces, vaya, esta chica ha preguntado bastante:
« alexagp2499 "Riley dime si tu tuvieras una oportunidad con Anna la aprovecharías, o la dejarías pasar, claro una relación que no se ha solo sexo"
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La Nerd Perfecta
General FictionÉl es el nuevo chico malo en la ciudad Ella una nerd que raya en lo antisocial Él la busca porque la necesita Ella cree que necesita alejarse de él Sólo el tiempo hará que se den cuenta que es lo que realmente necesitan el uno del otro. Si estas bus...