Amarte, no es fácil.

Pasadizo con intriga..

-Lo siento linda, tengo que ir a atender la empresa..-mencione afligido como se lo pueda tomar.

-No te preocupes, entiendo-sonrío y beso mi frente- Pero no me agrado el idiota de tu amigo "Dominic"..Bastián..

-Dime-encendí el auto y la mire , ella agachaba la cabeza.

-Me cambiaras de escuela?-pregunto suspirando.

-El lunes que viene, entraras a una de paga, con mejores recursos que esa pocilga en la que estabas metida-mencione arrancando el auto.

-Gracias..-sonrió- ¿Me dejaras en tu casa?

-Nuestra casa-guiñe mi ojo- Y si, te quedaras con Claus, Laila y todos mis sirvientes.

-Entendido y procesado- reímos y nos fuimos a casa.

Pero, en un parque estaba un puesto de helados, aparque el auto y me miro confundida.

-Dominic puede esperar, ahora vamos por un helado por ser una chica fuerte-sonreí y ella se sonrojo.

Bajó del auto , como una niña pequeña.

-El mío lo quiero de fresa!-dijo contenta.

-Bien, ve a sentarte a esa banca, voy por ellos.

+Narra Alaska+

Wow..no es el chico que conocí  hace 1 semana casí..

Es tan diferente..

Cariñoso, sensible..

Creo que las cosas pueden funcionar..

Pero no hay que apresurarnos demasiado.

Desde el puesto de helados, me hiso un numero 2 , preguntando si quiero 2 bolas de helado.

Le hice un "Ok" levantado mi pulgar sonriendo.

Pasaron 2 minutos y llego con los helados, el traía uno de Chocolate, y el mío de fresa.

Lo tome sonriente y lo agradecí con un beso en la mejilla.

Comí un poco lamiendo el helado.

-Gracias Bastián-seguia devorandolo sin ningun fin.

-De nada Alaska..-se habia manchado en su nariz, lo noté y se la quite con el pulgar.

Me levante y lo tome de la mano, sonreí un boco y subí sus lentes negros.

-Que haces?-pregunto gracioso.

-Quiero ver tus ojos verdes, siempre los cubres ¿Porque?

-Nose, no me gusta el sol aparte-se encojio de hombros y rió.

-Los tienes bonitos como para que los ocultes...ya quisiera tenerlos de color- suspire terminándome el helado, en verdad tenia hambre.

-¿Te gusto?-menciono comiéndose el cono.

-Demasiado, Gracias Bastián- sonreí- ¿No te a hablado Dominic?

-No, y me da miedo que no me hable, vamos a casa y te dejo en buenas manos- se levanto estirándose, me tendió la mano y la tomé.

Caminamos al auto, abrí la puerta y entre en el.

El camino fue corto.

Me baje y cerré la puerta.

Bajo su vidrio y me asome.

-Si necesitas algo, ya sabes a quien puedes recurrir-menciono.

-Entendido, y gracias..-sonreí y el también-Hasta la tarde noche, te espero.