1987

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- E-espera n-no te preocupes no estoy con ellos, s-sólo soy un simple trabajador noble.

Él veía como aquel sujeto sacaba una navaja del bolsillo. balanceandose rápidamente por el uniformado, colocó la fría punta del arma sobre el cuello del tieso hombre.

- ¡No!.–Exclamó el chico. - Piensa en lo que haces. – Dio un leve suspiro en el momento en que el hombre encapuchado retiró la navaja del cuello.

- Bien... – Dijo el encapuchado vestido de negro. - Ahora, di, ¿¡QUE DEMONIOS HICISTE CON ELLOS!?. – Preguntó este arrojando el cuchillo y clavándolo en la mesa.

- O-ok ok te lo diré, pero primero dime tu nombre. – Dijo el chico.

- Mi nombre en Rick Mayers. – Respondió.

- ¿Dónde trabaj... – Lo interrumpió.

- A ver a ver, el interrogatorio es para ti... John. – Dijo fríamente Rick.

- ¿C-cómo sabes m-mi nombre?. – Preguntó John el cual estaba muy perturbado.

- Yo no me preocuparía por saber tu nombre. – Le respondió mientras caminaba de un lado para otro en la sala.

- ¿A-a qué te refieres con eso. – Preguntó.

- Mira niño se todo sobre ti, donde vives, donde trabajas, donde comes, tu vecindario, se que a que horas te levantas, cuando vas al baño, podría saber, bueno, podría no, puedo saber tanto de ti que si tu madre me viera, y en paz descanse.

La expresión de John no era normal, ni siquiera sabría si es de susto, pero estaba terriblemente perturbado.

- Se todo sobre ti que tu madre se volvería loca. – terminó Rick de responder, para perturbar más a John, estaba muy cerca de su rostro, casi que podía sentirse los latidos acelerados de ambos.

- Eres un maldito, como puedes acosarme así, insensato escoria, basura. – Seguía John insultándolo.

- Bien... Ahora dime, te lo pediré amablemente, ¿Qué hiciste con ellos John, que fue lo que hiciste con los... – Rick fue interrumpido, pues una especie de navaja pero ancha y larga, atravesó el corazón de Rick, el último latido que dio, salpicó todo el lugar dejando ese color carmesí oscuro.

Rick se atragantó con su propia sangre, cayendo al suelo para morir.

La estela de una sombra paso por esa sala ocultándose en la oscuridad.

- ¿Quién eres?. - Dijo John tomando la navaja que dejó Rick en la mesa, apuntando al lugar en la sombra, de esta resplandecían dos ojos blancos demoníacos.

Las luces bajaron, luego volvieron a encenderse, una figura apareció de la nada enfrente de John, este al verla se sorprendió y cayó en la silla.

Esta "cosa" por así decirlo era una marioneta con cuerpo delgado, brazos y piernas de la misma contextura, su cara de una máscara de un payaso feliz pero con lágrimas, de las extremidades de este colgaban unos hilos blancos del techo, la posición en la que estaba parecía como si alguien se colgara tratando de suicidarse.

El payaso veía fijamente a John, este solo se quedó pasmado del susto.

— ¿Qué quieres de mi?. - Le preguntó John la marioneta.

Éste movió su cabeza levemente a un lado y volvió a ver a John.

— ¿Acaso no te acuerdas de mi?. - Una voz fantasmal salió del payaso.

John no sabía que responderle, ya que el no creía que algo así hablara.

— Es lo que me esperaba. - Dijo esta gracias al silencio del chico. — Hola señor... - la voz se le  quebrantaba, como si fuera un niño. — ¿Sabe donde está...

— ¿Mi Mami?. – Dijo John interrumpiéndolo.

— ¿¡Con que si te acuerdas de mi!?.

— S-si yo me acuerdo de ti, pero como puede ser que estés aquí, ¿Qué fue lo que pasó?. – Preguntaba John muy confundido.

— ¿Qué?. ¡NO TE ACUERDAS LO QUE NOS HICISTE!.

— No sé de que hablas yo... De verdad lo siento, no entiendo nada, sea lo que sea que hice jamas lo volveré hacer. – Exclamó.

John llegaba al punto en donde no sabia que decir y hablaba torpemente.

— ¿ACASO NO ES LO QUE QUERÍAS?, ¿VER SU SANGRE DERRAMARSE POR TUS MANOS?, ¿A CASO NO DESEABAS ANCIOSO QUE TODO ESO PASARA?, PUES QUE CREES, MI SANGRE CORRIÓ POR TUS MANOS Y... Y HOY E VENIDO A RECUPERARLA...

1 MES ANTES...


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