Miércoles, 12 de noviembre
01:42 p.m.
—Voy a comprar. ¿Quieren algo?
Ya que todos acaban de almorzar, el verano está cerca y siguen convencidos de que pueden bajar diez kilos en un mes, solo Eduardo me pide una Coca-Cola helada.
Camino con tranquilidad las tres cuadras hasta el supermercado, decidiendo qué helado quiero.
Cuando entro, un letrero luminoso en una esquina llama mi atención.
Farmacia.
Automáticamente mi cabeza se dispara al plan que he estado rumiando por la mañana, que se reduce a: ¿Y si comprara la pastilla del día siguiente? Sé que hay una razón por la que se llama así, pero....¿y si funciona? La gente católica se opone porque puede resultar abortiva, ¿no?
Si hoy a medianoche no ha cambiado nada, sé que tengo que decírselo a Gabo. Y nada me aterra más que su reacción.
Una llamada me saca de mis pensamientos. Justo antes de contestar, veo en los iconos de la parte superior la alerta que está acabando con mi vida.
8 Días de retraso
—¿Daniel?
—¡Lucía, tienes que ayudarme! ¡Me voy a morir!
—¿De verdad? ¿A quién tengo que agradecer por eso?
En medio de su crisis, logro hacerlo reír.
—Es en serio, no sé qué hacer. Te necesito para arreglar esto, eres la única que entiende a las mujeres.
Suelto un suspiro divertido.
—¿Mirella se molestó contigo de nuevo?
—¿Te lo contó? —Suena aliviado de no tener que intentar explicar qué pasó—. ¿Qué debo hacer?
—No me ha contado nada, solo lo estoy suponiendo de acuerdo a lo que dijiste. En serio, no es magia, solo es tener imaginación.
—Todo es un desastre, Lu. Es el fin del mundo.
Daniel se lanza en una enredada explicación sobre una pintura y dentro de su caos, creo que entiendo cuál es el problema.
—¿Le dijiste que la chica del cuadro representa cómo la ves? ¿Y esa chica podría ser increíblemente bonita como los cuadros de tu etapa renacentista?
—Ahm...¿sí? ¿Pero qué tiene eso de malo? ¡Ella es hermosa, prácticamente le pinté un retrato!
—Y eso es muy romántico de tu parte, pero ella también es muy insegura. Decirle que la ves como una diosa la pudo asustar por no llenar tus expectativas.
—¿Es una broma? ¿Mirella cree que no llena mis expectativas? ¿Alguna vez se ha visto en un espejo?
—Es una posibilidad.
La risa de Daniel borda la histeria.
—Lucía, tú y yo sabemos que ella siempre ha estado fuera de mi liga, ni siquiera sé por qué le gusto.
—Pero Mirella cree que eres un pintor increíblemente talentoso y que tiene suerte de que te hayas fijado en ella.
—¿De verdad?
—El día que intentes aprovecharte de eso —advierto—, tiene suficientes amigos para hacerle ver la dura realidad. Ve a decirle que lo sientes por compararla con una pintura, que crees que nunca podrás captar todo lo que ella es un cuadro. Incluye algunos detalles que te gusten de ella, cómo sonríe, o algo así.
—Eres una genio, Lucía.
—Me debes un helado —aclaro.
—Y probablemente el hecho de que esta relación haya sobrevivido por siete meses.
—Ustedes son lindos juntos, solo tienen problemas de comunicación que son fáciles de arreglar. Si fuera algo grave, no podría hacer nada.
Daniel me da las gracias unas diez veces más hasta que amenazo con llamar a Mirella ya que él parece estar demorando tener que hacerlo, y se despide de mí.
Sin embargo, cuando cuelga, mis propios problemas parecen imposibles de arreglar.
2 años y tres meses atrás
—Está bien, admito que esto podría funcionar. Él es lindo.
Intento defender que lo supe todo el tiempo, pero la verdad es que por dentro suelto un suspiro de alivio.
—Pero es el único —se queja Alicia—. No pasa nada con los otros...aunque ese chico Aaron...
—¿No dijo que tenía novia? —Murmura Susana.
—Exacto, que tenía. Eso significa que terminaron. ¿Sabes algo de eso, Lu?
—Creo que llevan terminando y volviendo a empezar desde la secundaria —señalo con cuidado.
Alicia suelta un bufido: le gustan las conquistas que no le suponen esfuerzo. Quizás se ha acostumbrado a ello porque difícilmente alguien se le resiste.
—Bueno, ya encontraré a alguien. Tal vez puedo hablarle al pintor para pasar el rato pero Kristal es la que necesita divertirse en serio.
—Quizás podemos hacer citas dobles —añado en un súbito impulso suicida.
Esperaba que mi comentario pasara desapercibido, pero recibo tres pares de ojos que me están preguntando lo mismo.
—¡Sabía que te gustaba ese chico! —Exclama Alicia.
—Es perfecto, haremos citas dobles y te haré quedar tan perfecta que no podrá resistirse —añade Kristal.
—Ahm...es que ya estamos juntos hace una semana.
Ahora las tres me miran incrédulas.
—¡¿Llevas una semana con Gabriel y apenas nos lo dices?! —Reclama Alicia.
Mientras ella y Kristal me acechan por los detalles, detrás de sus espaldas, Susana me da su señal de aprobación.
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Jueves, 13 de noviembre
06:20 p.m.
—¿Gabriel?
—¿Sí?
—¿Me puedo encontrar contigo en una hora? ¿Puedo ir a tu casa y salimos? Necesito decirte algo.
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18 días
Roman pour AdolescentsCuando a Lucía le llega la invitación a la boda de una amiga que se casa porque está embarazada, se da cuenta de algo: ¡que ella misma tiene un retraso! Mientras decide si debe decirle o no a Gabriel, su novio, va reviviendo un poco el pasado, don...