"Evan cariño apurarte" llamo Ángela a su hijo que aún no llegaba a la mesa del desayuno.
"donde lo llevas con tanta prisa" dijo Steve mientras comía tostadas con palta.
"primero no se habla con la boca llena" lo reprendió "y segundo vamos todos al dentista"
"que, no yo no tengo caries" dijo rápidamente, Steve había dejado de ir al dentista en cuanto le dijo que debía ponerse brackets pero lo que lo hizo salir corriendo fue la frase "hay que sacarlas" por sus queridas muelas del juicio.
"no es por las caries tesoro, Kirk me comentó que nunca comenzaste el tratamiento.
"maldito dentista acaso no tiene secreto profesional"
"esa boquita niñito, ya termina tu desayuno que vamos tarde"
"no voy"
"no te estoy preguntando"
"no, llévate a Evan"
"si Evan también ira. Tiene control y tú y tu ensalada de dientes irán también"
"no tengo una ensalada de dientes" grito enfadado.
"aún no, pero ya están un poco chuecos los de abajo por culpa de la muelas del juicio"
"no me las pueden sacar"
"porque no"
"porque son mías"
"Steve"
"mamá"
"las sacaran hoy y en una semana te ponen los brackets ya lo conversamos con tu papá"
"no pueden porque no me he tomado el antibiótico"
"que si porque te lo tomaste anoche y ahora en el desayuno"
"no puedes simplemente no puedes No estoy preparado"
"nunca lo estarás"
"papá no te dejara hacerme eso"
"tu papi se nos unirá en el dentista"
"no quiero, no quiero, no quiero" el berrinche comenzó.
"Steve corta la pataleta" le advirtió.
"no voy a ir, no puedes obligarme"
"Vas a ir aunque tenga que llevarte de las orejas" sentencio.
Pero Steve no estaba en un plan racional, siguió con un berrinche descomunal.
"que pasa aquí" dijo alarmado Evan cuando llego a la cocina.
"nada nene, toma tu desayuno que llegamos tarde al dentista"
Eso fue el colmo para Steve, que arrogo el vaso de leche de un manotazo.
"no voy"
Evan quedo boca abierta junto con su madre, Ángela tomo a Steve de un brazo, le dio dos palmadas y lo dejo sobre la mesa.
"Evan la cuchara" O. O Evan sabía muy bien a que cuchara se refería mamá, la había sentido en su trasero innumerables veces.
"mamá no" negó el pequeñín de la familia.
ZAS ZAS en el trasero del tigrecito.
"Evan ahora"
"noooooooooo buaaaaaaaaaa"
Evan con el dolor de su corazón le entrego la cuchara.
¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
"no más berrinches"
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Una jauría de tigres
RandomSteve aparentemente tiene la vida perfecta, pero con el corazón herido por la muerte de su madre que el paso de los años no hacen más que acrecentar el dolor, pero por más que empuje lejos a su padre, jamás lo va a abandonar. Aviso: Castigo Corpor...