Parte 80

265K 25.9K 5K
                                    

"Voy a sentarme a escribir estas letras, ya que hablar contigo no puedo, siento que cada una de tus palabras me hieren y lo mejor, cariño mío, es dejar que termines tu trabajo tranquilo, porque la paz es algo que últimamente tu y yo no conocemos, y tienes razón, no es algo que se hable con calma a través de un teléfono celular pero no estoy dispuesta a que me sobornes con besos y abrazos, porque esto no es algo que se resuelva de esa forma.

El ruidoso celular sigue sonando y lo más seguro es que seas tú, no contestaré tus llamadas, ni esta, ni las próximas, porque la verdad, mi muñeco, no quiero escuchar otra vez que no pensaste que me molestaría el hecho que no llegaras a la "estúpida cena de cumpleaños" como la llamaste, algo que con tanto esmero logré terminar en un día, me duele.

Me duele que prefieras sentarte a hacer números y no consideres importante algo que hice para ti, me duele que no te tomes ni media hora para sentarte a cenar conmigo, me duele que dejes todo lo que provenga de mí a última hora, me duele que prometas algo y no cumplas, porque para mí, tu siempre has estado en primer lugar.

No te pediría tiempo, es ilógico, es lo que menos tienes, pero si quieres puedes buscarme una vez que aprendas a hacer un balance entre tu trabajo y tu esposa, el problema es... que cuando eso suceda, lo más probable es que yo ya no esté esperándote.

Te voy a extrañar, de hecho, ya te extraño, y no hay minuto que no te pasees libremente por mi mente, que cada cosa me recuerde a ti, que cada cielo nocturno me recuerde a tus ojos, cada detalle insignificante, cada sonrisa, cada abrazo, cada beso, pequeñas cosas que no parecerían importantes, pero esas son las que más recuerdo, pero las recuerdo más del Oliver Anderson anterior, al que tú me acostumbraste. Tú también mereces cumplir tus metas y perdóname por no te comprenderte, pero yo no puedo comprender algo que yo nunca me atrevería a hacer, yo nunca hubiese preferido encerrarme a trabajar cuando la persona que amo está allá afuera haciendo algo especial para mí.

¿Recuerdas cuando mencionaste que este contrato era un negocio ganar-ganar? Ninguno de los dos ha ganado, tú ya no tienes la presidencia y yo no tengo el empleo y lo extraño es... que tú ya no quieres la presidencia y yo ya no quiero el empleo.

Cuando leas esto, lo más seguro es que yo ya esté en otro país, te deseo lo mejor y éxito en tu proyecto, pronto te llegarán los papeles de divorcio, mi firma ya estará ahí, sólo dependerá de ti y volvemos a ser libres, nuestro contrato ha finalizado.

Att,

Alexandra Carlin"


Una lágrima corre por mi mejilla mientras doblo el bendito papel a la perfección.

—Alex, por Dios ¿Estás segura? —levanto la mirada hacia Natalie quién me está viendo con su extrema expresión de sorpresa y sus brazos cruzados.

—Por favor, sólo házsela llegar —digo, extendiendo el papel, lo toma dudosa y vuelve a poner su mirada en mí —prométeme que por nada del mundo le dirás donde estoy —mi voz se quiebra y más lágrimas corren por mis mejillas, ya me dí cuenta que yo no soy fuerte. Natalie niega con su cabeza en lo que se acerca a abrazarme, sus ojos están cristalizados y la escucho sorber por la nariz con su cabeza en mi cuello.

—Lo prometo —solloza — Alex, yo no quiero que hagas esto, cuando lo lea se va a morir —trago saliva, yo no... no... más lágrimas se asoman por mis ojos, no puedo ni pensar.

—Tiene su trabajo de consuelo, Natalie —tristemente es cierto, le doy una última sonrisa triste cuando escucho el número de mi vuelo a punto de despegar —te quiero —menciono, aún con mi voz entrecortada, ella se separa un poco de mí para ayudarme a tomar mis cosas.

—Y yo a ti —me mira a los ojos y sostiene mi mano, mis pies se dirigen a la dirección indicada y doy un último vistazo hacia ella antes de cruzar la puerta, sus ojos están lagrimosos y me da un último adiós con su mano.


Esposa de mi jefe © (Borrador de la 1era edición - 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora