Angel Seokjin [NAMJIN]

Capitulo 4

"Y el mundo siempre es el culpable.

Y no hemos hecho nada

¿Qué hicimos mal?

Y he estado pensando en cuando creíamos

que el mundo podría rompernos, no estábamos equivocados.

Pero nunca ha sido el mundo realmente

y me tiene aterrorizado.

Y lo siento mucho, no puedo encontrar el tiempo

Paso mis días estando preocupado

Y he estado pensando en cómo reaccionaría

Si tú fueras yo

y estuviera perdido"

-EDEN, and.

Los vidrios rompiéndose, trozos de cemento cayendo al piso, el sonido del spray y las risas de varios hombres eran lo que llenaban la sala.

Cada vez que Namjoon tomaba un bate e invitaba a salir, iban a destruir propiedades abandonadas o en construcción solo por diversión y para que su jefe se desahogara. De hecho, podían ver que Namjoon era el que más disfrutaba romper vidrios y golpear todo con el bate que tenía en la mano. Por algo era apodado <<Dios de la destrucción>>, porque no existía cosa que él no pudiera romper, fuera intencional o por accidente.

RapMon soltó una carcajada al romper una tubería de agua que le mojó la cara y la ropa y donde luego se unieron en el baño J-Hope y V.

Habían robado una licorería y muchos de los hermanos ya estaban bastante bebidos o alegres gracias al efecto del alcohol, así que la destrucción de la propiedad solo lucía como una fiesta de jóvenes bastante locos que se reían, gritaban y golpeaban todo.

Se interrumpieron cuando sonaron lejanas las sirenas de los policías y corrieron hacia los autos y las motocicletas para huir de la escena del crimen. Era divertido para ellos ya que la policía tenía casi imposible atraparlos, tapaban las placas, no tenían el símbolo de su hermandad en un lugar visible (todos lo tenían tatuado en las costillas) y tenían sus caras tapadas por máscaras. Simplemente no los encontraban.

Dieron varias vueltas para despistar a los policías, se separaban, se volvían a unir y así duraron hasta que los policías los perdieron de vista. Pasaron por un túnel que los llevaría a las afueras de la ciudad, pero Namjoon aún no quería volver. Tenía alcohol corriéndole por la sangre y se sentía mucho mejor que cuando salió de La Casa, se sentía con ganas de causar un poco más de revuelo antes de volver, así que miró a Suga en el puesto del conductor cuando ya estaban en la mitad del túnel.

-Atraviésate- Suga no apartó su mirada del frente, solo se encogió de hombros luego de pensarlo por unos momentos. No tenía nada de malo si no los atrapaban.

Estacionó el Jeep de forma vertical para que nadie pasara y los de la caravana detrás de ellos lo imitaron, entendiendo las intenciones de su líder. Se bajaron de los autos y las motocicletas y dieron unos pasos hasta los autos que se detuvieron por el obstáculo en el camino. Algunos conductores les gritaban que se apartaran del camino, algunos tocaban las bocinas y unos pocos se salieron para enfrentarlos, pero todos se callaron cuando escucharon un disparo; rápidamente se metieron a sus autos sin dejar de mirar al hombre que sostenía un arma en alto, con el cañón apuntando al techo del túnel donde ahora había un hoyo pequeño. Namjoon se puso al frente y se acomodó la gorra negra que ocultaba su cabello plateado antes de tomar un megáfono que JB le ofrecía y su voz se escuchó fuerte, grave y áspera.