Capítulo 7

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"Quiero ser tu aspiradora

Respirando tu polvo

Quiero ser tu Ford Cortina

Y nunca me oxidaré

Si te gusta tu café caliente

Déjame ser tu cafetera

Tu mandas, bebé

Yo sólo quiero ser tuyo

Los secretos que guardo en mi corazón

Son más difíciles de ocultar de lo que pensé

Quizás sólo quiera ser tuyo

Quiero ser tuyo

Quiero ser tuyo"

-i wanna be yours, Arctic Monkeys


Namjoon sacudió un poco su traje antes de tomar la mano de la señorita que se detuvo en frente de él, y darle un ligero beso sobre el dorso como todo un caballero. La chica se sonrojó un poco y comenzó a decirle lo guapo que estaba mientras Namjoon intentaba que su sonrisa no flaqueara y terminara soltándole una carcajada por lo empalagosa y ridícula que se veía.

Cuando pudo terminar la conversación, vio a la mujer alejándose con un movimiento seductor de caderas y poco a poco fue desapareciendo su sonrisa. Estar en esas fiestas donde asistía gente con dinero se había convertido en una Odisea desde el primer día, pero un trato era un trato y si manchaba el nombre de su tío, sería bastante problemático para el negocio y para sus imágenes, además de que no era excesivamente un problema, solo era bastante aburrido, y su humor no mejoraba cuando su cerebro le recordaba algo que no lo hacía feliz. Bang Yongguk había llegado a Corea ese día y ese mismo día había recibido una notificación diciendo que iban a enviar a alguien para negociar. Namjoon pensó en Himchan o en Zelo y era probable que así fuera.

Se había encaprichado con Jin a niveles que nunca imaginó, ni siquiera ya podía entrar al lugar de los caprichos, sabía que no era algo temporal lo que él quería. Por eso casi no pudo dormir en varias noches pensando en que hacer para evitar devolverlo a Mato.

Tomó una copa de champaña que le ofrecía un mesero demasiado sonriente y bebió un sorbo mientras caminaba hacia la mesa donde estaba sentado un socio cercano de Yesung bromeando con unos hombres de negocios que Namjoon conocía perfectamente. Había visto a varios clientes de Bangtan alrededor y no podía evitar verle la gracia a unos hombres que pedían una enorme cantidad de armas y que ahora comían pastel como si nada hubiera pasado.

Namjoon no era alguien estúpido, generalmente no mostraba la cara cuando los pedidos iban a ser entregados porque sabía que tipo de gente tenía que enfrentar en su vida mientras siguiera codiciando esa dichosa herencia. Generalmente era J-Hope, Suga, JB o Junior quienes entregaban. Todos con máscaras y demás, pero Namjoon no se arriesgaba a mostrarse a menos que fuera necesario.

Bromeó un poco con los hombres, hacía comentarios astutos, relataba anécdotas que nunca sucedieron, hablaba de su falsa vida perfecta como estudiante de medicina, hablaba sobre el falso amor que sentía hacia su carrera, hablaba puras mentiras con tanta confianza que todos pensaron lo mismo: Namjoon es un santo.

Angel Seokjin [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora