Capitulo 15

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*Riesgos*

Dos putas horas.

Ciento veinte minutos para poder liberarnos de las ataduras de esos cabrónes.

El sol estaba en su mero apojeo y la sangre que habia perdido no me ayudaba para mantenerme activa, no es que me estuvieran saliendo las tripas por esa cortada pero si que salía más de lo normal para llamarlo insignificante.

Ahora estaba sentada en el copiloto con la puerta abierta y Bellamy limpiando con un botiquín de primeros auxilios que había debajo del sillón de se auto, había recibido un fuerte puño en la mejilla por su muestra de ayuda a la chica que nos traicionó, ahora estaba intentando hacer que la herida no se infectara.

– No mires mis pechos o te ganas otro golpe.– Le advierto.

– Deja de repetirlo cada dos segundos, pareces grabadora.– Resopla– He visto pechos mejores.

Sonrió burlona.

– Me alegra por ti, Bellamy, seguro y lo necesitabas.– El eleva la vista y me mira ceñido– Ya sabes, ¡Sha pao!

Hago señal de cargar una pistola haciendo que el arrugue la nariz y precione mi herida.

– Deja de insinuar que necesito masturbarme como un puberto.– Me reprende– Ya está, solo pondré una gasa para que no se infecte.

– Ok.– Acepto.

– Listo, Blaster.– Se aleja un poco sacudiendo sus manos como si tuviera polvo a lo que ruedo los ojos.

– Vamos a morir de hambre y los robics nos matarán.– Digo exagerando.

Bellamy rueda los ojos y se pone de pie.

– Relájate. Tenemos un arma.

–¡¿Y?! ¡Nos matarán!– Exclamó molesta, me pongo de pie alejándolo aún más– ¡Ni siquiera sabemos que son los cara de angel!

Le doy la espalda mirando a la dirección donde se fueron esos bandidos, me sujeto la cabeza y asiento.

– Hay una opción, podemos seguirlos y quitarles nuestras cosas.– Afirmó, el frunce el ceño y niega mirándome como si estuviera loca.

–¡No! Porsupuesto que no.– Resopla, abre la puerta trasera y mete la caja de nuevo bajo el sofá.

–¿Porque no? ¿Ah? Es una Buena idea.– Insisto acercándome.

– Por que no, Blaster. No tienes fuerza estás pálida y no voy a poder cuidarte.– Indica serio, ruedo los ojos y vuelvo a mi asiento.– Escucha, si vine hasta aquí arriesgando mi vida no fue por nada, mi objetivo es cuidarte y regresarte a salvó.

–Pues estar sin comida y armas no es estar bien.– Suspiro cuando veo como una mueca aparece en su rostro– Lo siento, hace calor y pronto tendremos hambre deberíamos regresar a la ciudad.

Niega.

– Tenemos que seguir el camino a la siguiente.– Informa– Perderíamos otro día.

Aprieto los labios.

– Yo especialmente quiero encontrar a mi padre pero muertos no vamos a llegar.– Aclaro sería–Volvamos y busquemos provisiones, después tomaremos camino.

Se queda de pie alado de la puerta abierta observando cada gesto que hago después asiente.

– Bien. Haremos eso, pero asegúrate de hacer todo lo que te digo ¿Bien?– Me dice serio– No podemos lidiar con los narquistas.

Asiento

– Y tu asegúrate de no integrar más personas al equipo.– Le reprendo– No estamos como para alimentar otra cabeza.

Darkness Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora