5.¿Y si no fingía?

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Me tumbé contra el banquillo, mi corazón debió haber roto un récord de velocidad. Hasta el momento, no me había dado cuanta de lo que acaba de pasar.

Todo era tal estúpidamente ridículo, que no parecía menos que un sueño...Tal vez lo era, tal vez me desmayé en el accidente y todo esto era un y loco (Y al mismo tiempo genial) sueño.

En momentos como estos me gustaría tener una consciencia, como esas que describen en los libros, que te insultan y gritan como si fueran personas reales. No digo que no tenga conciencia, solamente que no se presenta de esa forma, colmo alguien con la cual conversar. En serio, necesitaba una pequeña guía en este momento.

¿Cómo podían haber tantas coincidencias? Mi mundo era estructurado, firme y, al mismo tiempo, maravilloso. Pero ese libro...ese libro cambió mi rutina, me cambió a mi. Cada personaje estaba descrito con claridad, casi haciendo que te envolvieras em la historia, que fueras parte de la historia. Que alguien fuera tan parecido a uno de ellos, era simplemente demoledor.

Alguien debía estar detrás de esto. Alguien estaba jugando conmigo. Pero la cuestión era ¿Quién?

Las únicas personas que sabían sobre mi libro eran Sam, Cam y Simon. De hecho, las gemelas ni siquiera lo habían leído, yo les contaba acerca del mismo. Pero sólo ellos. Ellos lo hicieron.

¿Cómo pudieron encontrar a alguien tan...igual a él, a Jeremiah?

Me costó imaginarme a esos tres planeando esto, siendo tan crueles como para hacer algo como esto, jugar con mis sentimientos de esa forma. ¿Acaso me creían estúpida? ¿Acaso no valía nada para ellos? Para mi eso no era una broma, eso era un descaro. Nadie se metía con mi libro, nadie podía hacer chistes sobre mis personajes ¡Porque son míos! Sin importar lo tonto que suene ellos eran una parte de mi, mi familia, mi todo.

Encajé mi calzado y corrí en dirección a la casa de Simon, él debía ser la cabeza de todo esto. Aunque dolía siquiera pensarlo, yo creía que les importaba.

O tal vez yo estaba siendo demasiado dramática. Tal vez debía tomármelo con una sonrisa,  podía ser que ellos creían que me gustaría que alguien hiciera de Jeremiah. El problema era que no era así. No era gracioso para mi, en ningún maldito sentido.

Llegué a aquella casa que conocía desde la infancia y toqué la puerta, con más fuerza de la que quería. Después de unos segundos, abrió la señora Elena.

–¡Francia! Que maravilla verte por aquí– se veía realmente encantada, pero yo no tenía tiempo para sus cordialidades.

–Igualmente, señora Elena. ¿Está Simon?

–Por supuesto que sí, está en su habitación, como siempre. Pasa

Terminó de abrir la puerta, dejándome entrar. Intenté no parecer demasiado acelerada, pero comencé a subir las escaleras en dirección a la habitación. Tenía mucho que te reclamar hoy.

–¿Quieres un bocadillo o una merienda?

–No, gracias, señora Elena, no creo que me quede mucho tiempo.

Llegué a la habitación y toqué la puerta casi al mismo tiempo en el que la abrí y cerré tras de mí. Simon estaba recostado en su cama, leyendo una historieta.

–Hey, no te esperaba...

–¿Me veo como una imbécil?

Mi pregunta lo tomó desprevenido y se incorporó en su cama.

–No lo creo, te he visto con el cabello más desordenado.– dijo en tono burlón.

–¡Eres una rata!– exclamé– ¿Cómo es posible que seas tan cruel?

–No te estoy entendiendo nada, Francia.– hablaba lentamente y alzó las manos en rendición.

–¡Por favor! ¡Ya deja de actuar como si no supiera nada! ¿Por qué lo hiciste?

–¿De qué demonios hablas?– sonaba realmente confundido, que imbécil.

–¡El chico nuevo!– grité en susurro, recordando que su madre estaba abajo– ¿Cómo lograste que el director participará en tu maldita estafa? ¿Acaso te parece divertido jugar con esto sabiendo que tienes que reparar mi laptop, que prometiste reparar mi laptop.

–Demonios, Francia, no entiendo nada de lo que hablas, ¿Qué tiene que ver tu laptop con el chico nuevo?

–¡Oh vamos! ¡Mi libro, Jeremiah, Maya, Sin nombre ¿Te suenan?!

–Fran, cielos, no tengo idea de lo que hablas. ¿Un libro? Sabía que escribías pero ¿Todo un libro? Ni siquiera sabía que estaba en tu laptop ¿Por qué no me lo dijiste? Creí que éramos amigos.

Se veía herido ¡¿Pero qué demonios le pasa?! ¡El me jugó una mala broma a mi y ahora se hacía el idiota!

–¡¿No te lo mostré?! ¡Leíste todo el maldito libro! ¡Por eso necesitaba que repararas mi computadora!

–Creo que te estás confundiendo, Francia,  ni estando ebria me contaste algo como eso.

–¿Qué creías que hacía todos los santos días en ese teclado? El otro día dijiste "Al fin te concentrarás en las clases"

–¿Qué demonios iba a saber yo? Tu siempre Estabas metida en esa computadora, no tenía ni idea.

¿Cómo demonios no iba a tener ni idea? Él leyó mi libro, el día del accidente él quería leer el final. A no ser que de repente tuviera una crisis de amnesia idiota crónica, eso no tenía ningún tipo de sentido. ¡Simon sabía claramente por qué yo quería reparar esa laptop! Él sabía que era la única copia que me quedaba de mi libro.

Bufé y froté mi rostro.

–Estoy cansada de esto, Simon, ¿Dónde conociste a este chico? ¿Dónde conocíste a la réplica de Jeremiah Sander?

–¿Te has vuelto loca, cierto? Es la primera vez que veo a ese chico y no tenía ni idea de que escribías. Si en verdad te importa, puedo intentar reparar más rápido computadora, pero sólo si prometes que me dejarás leer tu libro.

No tenía ganas de seguir discutiendo con él, lo dejaría tranquilo. Si creían (tanto él, como las gemelas) que les seguiría el juego, estaban equivocados, llegaría al fondo de esto, costara lo que costara.

–Solo...sólo hazlo, por favor.– me giré sobre mis pasos y me dirigí a la puerta, cuando estaba apunto de salir, hablé– Y...¿Simon? ¿Estás seguro de que no lo has leído?

–Te doy mi palabra, Fran. Nunca me lo mostraste y nunca he tenido nada que ver con ese tal Jeremiah.

No me despedí de la señora Elena, sólo cerré la puerta. Parecía como si mi querido amigo "Sentido" hubiera desaparecido desde que comenzó el día, sin dejar rastro o memoria de que existió. Si sabía que lo había descubierto, ¿Por qué seguía fingiendo de esa forma?.

Pero...¿Y si no fingía? Parecía verdaderamente confundido, como si en serio no entendiera nada de lo que yo decía. Si no fuera porque de verdad sabía que él lo había leído, en serio consideraría la posibilidad de que no tenía ni idea de que yo tuviera un libro. Tal vez el de verdad había olvidado mi libro y si el no lo recordaba, ¿Cómo lo recordaría alguna de las gemelas? Ellas ni siquiera le prestaban atención cuando leían, o al menos cuando yo les contaba algo nuevo sobre el mismo.

¿Y si el universo trataba de decirme algo? ¿Y si tal vez- sólo tal vez- este Jeremiah sí era mi Jeremiah?

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¡Aleluya, Francia, Aleluya!

Yo creía que jamás lo iba a descubrir, que mujer tan terca ¿no? (?

Aunque, en realidad, ella aún no ha descubierto nada, digamos que sólo está suponiendo...😳😳😳😳

Tengo el presentimiento de que "cierta personita" va ha descubrir que es lo que está pasando. Bueno, creo que todos saben lo que está pasando, ¿O soy la única? Cierto...yo soy la escritora 😏😏😏😏

Yo te creé #PNovel #HopeAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora