8.Un Simon muy hablador

24 3 1
                                    


Maldigo  a Simon, la vida de Simon, la mujer de Simon, algún día lo mataré, y si no puedo, lo seguiré maldiciendo hasta el final de los tiempos. Tal vez suene exagerada, pero digamos que no estoy muy agradecida con el hecho de hacerme cruzar toda la ciudad hasta llegar a un club. Lloviendo. Puede que piensen, "Pues hubieras llevado un paraguas", pues lo habría hecho de no ser por un pequeño detalle: ¡Jeremiah lo tiene!.  Al menos, pude tomar un taxi(que me cobró 100 euros, pero ese no es el caso). Durante ese tiempo tuve tiempo para seguir maldiciendo a Simon, secar mi cabello y pensar.

Muy bien, Francia Donatelli, un personaje ficticio que se va a suicidar salió misteriosamente de un libro escrito por tí, ¿Qué vas a hacer ahora?.

Suicidio. Creo que fue la manera más cruel en la que pude "matar" a Jeremiah, porque lo peor de todo es que no doy una explicación específica...Fue un final abierto.  Lo sé, nada peor que eso. Tú tienes que decidir que pasó después de eso. El peor mal de un lector.

Sin embargo, yo tenía un problema ahora. ¿Cómo lidias con el saber que una persona a tu alrededor va a morir? ¿Cómo cambias algo que...está escrito? ¿Qué pasaría si logro cambiarlo? ¿Él se haría polvo, desaparecería, volvería a su dimensión?

-Llegamos- dijo el taxista.

El club era lo más normal que podía serlo. Gente ebria, gente bailando, gente bailando ebria, alcohol,  música a todo volumen. Empujé con mis codos a todo el que pasaba, decribí tantas veces eso en mis libros que siempre quise intentarlo. Es más peligroso de lo qque parece, una chica me pisó con unos tacones que le sacarían un ojo a alguien a quince metros de distancia y un hombre me devolvíó el codazo, en  el estómago. No fue nada difícil encontrar a aquél par tan peculiar: Simon estaba acostado en la barra mientra Jeremiah carcajeaba escandalosaménte. Todo era tan extraño...¿Cómo alguien que parecía tan feliz podía haber estado sufriendo tanto?.  Recuerdo que leí un artículo de personas en depresión,pues mientras más escribía, más me involucraba, incluso me dolía todo lo que tenía que afrontar Maya. Todas las preguntas que seguramente se hizo... Pero no cambié el final.

No todas las personas depresivas andan con ropa oscura llorando todo el tiempo, Porque a pesar de todo, Jeremiah buscaba una manera de hacer felices a otras personas, aunque él se estaba derrumbando.

-Oyeee, es Francia- dijo Simon, señalándome. Jeremiah subió la mirada y me llamó con la mano, sin parar de reír. Caminé hasta allá y me sente en el puesto vacío.

-Tengo...el...presentimiénto de que te mojaste- dijo Jeremiah, recuperando el aliento.

Actúa normal, Francia, no lo insultes...

-Claro que no, idiota, sólo que antes de salir decidí ducharme con ropa.

¿Qué demonios...? ¿De dónde salió eso? ¿Cuándo pensé eso? ¿Yo dije eso? Yo nunca pude haber dicho eso...Pero Maya lo hizo. Una vez, a una clase llegó completamente empapada...Como yo, y dijo exactamente lo mismo que yo. Santa madre, dame glucosa que si se me vuelve a bajar la tensión, moriré.

-Eres hilarante, pequeña rubia.- dijo él, riendo después de una extraña pausa. Él se  veía confundido.

¿Jeremiah tendrá recuerdos de todo?

-¿Qué demonios haces en la barra, Simon?- pregunté.

-Esssstoy en medio de una consulta psicolonógica, Francia,-respondió arrastrando palabras la versión ebria de mi mejor amigo. Y ni siquiera me pregunten que es la psicolonología, pues lo primero que me viene a la mente es en el qué piensan los cólons- Le estaba contando a mi guapo amigo...no, tu amigo..mi amigo..tu amigo.

-El amigo de todos , Simon- contesté.

-¡¿ En serio?! ¿Conoces a mi primo Robert? Él ama a los astronautas, aunque a mi tambien me gustan...- Simon siguió divagando en voz baja.

Miré con despruebo a Jeremiah, él solo alzó las manos.

-¿Por qué embriagaste tanto a Simon?

-Cuando yo llegué ya estaba bailando con la novia de un motero, le salvé el trasero, antes de que el tipo que tenía el ancho de un refrigerador le rompiera la mandíbula.- explicó, sonriendo. Un cantinero le entregó una cerveza y me la entregó. La acepté. Eso del "no bebo" no va conmigo. Les digo algo, cuando ya tienes la edad para beber, lo único que quieres hacer es beber.

-Que generoso de tu parte- dije sarcástica.

Pensé un momento. Tenía que sacarle información a Jeremiah, saber si recuerda algo, saber sirecuerda todo lo que ocurrió con Maya. A pesar de que cuando hablamos en el parque, él se dirigió a ella como su "amiga", cuando en el final del libro ellos ya son pareja. Aunque tal vez lo dijo porque no quería que yo fuera demasiado entrometida.

-Tú y yo tenémos una conversación pendiente a medias-comenzó Jermiah. Uf, al menos él comenzó. Él siempre lo hacía.

-Lo había olvidado.-finjí, tamando un sorbo de la botella- Noto que te dejé impactado, si recuerdas eso.

-Nadie nunca me supera en carreras, y tú estuviste a punto. Casi nadie llega tan lejos.

¿Y éste que se cree? ¿Jace Multiapellidos?

-¿Soy única?- "bromeé", con cierta sonrisa, yo sabía que no era única, al menos para él.

-En realidad no- vaciló, ocultando tras la botella que había borrado su sonrisa.Bingo.

-Supongo que aquella que robó mi título de "La segunda mejor corredora, despues de el rubio teñido" fue la chica de la que me contaste en la otra ciudad.- dije casual y miré de reojo  a Simon, él  aún estaba preguntándose si Jeremiah era su amigo o no.

-¿Eres bruja acaso?- rió Jeremiah- Y sí, la primera persona que casi me vence en las carreras fue Maya, la chica. Está tan loca como tú, tiene un carácter de mierda y terriblente odiosa. Creo que hubieran sido buenas amigas.

-¿Habríamos?-  pregunté

-Claro, si ella no me habla, obviamente no  puedo juntarlas.

Y que  no lo haga, porque con un personaje suicida ficticio ya tengo suficiente. Uno más y  me entregaría a propia voluntad al manicomio. Ví la mirada en su rostro, aún sonreía, pero sus ojos mostraban tristeza. ¿Hasta dónde la recuerdas, Jeremiah?

-¿Eran novios?-  intenté sonar casual...Dije que sólo lo intenté.

-En realidad...- su voz vaciló de nuevo, vamos, hombre, dílo.

De la nada, el un grito proviniente de la barra, mientras Simon caía  al suelo riéndose.

¡Por el Ángel Raziel, ¿No podía terminar de hablar primero?!.

El cantinero había empujado a Simon, supongo que ya era hora ¿Quién deja a un ebrio acostarse de punta a punta sobre la barra de tu bar? Sin embargo, ¿No pudo dejarlo querminar la frase?. Simon reía desquiciadamente en el piso, al menos es un ebrio feliz. Jermiah y yo nos  miramos, luego a Simon,  de nuevo nosotro y después risas. ¿Cómo es que Jeremiah see pudiera reir tanto? Ni yo, siendo una persona 60% feliz, puedo reirme tanto como él. Incluso el ebri Simon, con golpe en la cabeza y un brazo sangrando, reía como un endemoniado.

-Frrrrancia tambien tuvo un novio del que no habla- Simon hablaba como con la boca adormecida... Esperen, ¿dijo qué?

-¡Con que esa es la razón de que me odiaras cuando nos conocimos!- Jeremiah me señala, poniendo un dedo justo en la punta de mi nariz, haciéndome juntar los ojos por un momento-  Yo de verdad te recuerdo al amor de tu vida...

Inhala amor, exhala paz, Francia. No explotes, no explotes, no explot...

-¡ÉL NO ERA EL AMOR DE MI VIDA! ¡NO CONOCES A EL AMOR DE TU VIDA EN SECUNDARIA! ¡NO ENGAÑAS AL AMOR DE TU VIDA Y LUEGO TE HACES EL IDIOTA!

Debiste haberte relajado...

¿Quién eres tú? ¿Me estoy volviendo esquizofrénica? ¿Por qué escucho voces?

Te vendría bien una conciencia...




Yo te creé #PNovel #HopeAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora