friENDs [Larry Stylinson]

Capítulo 2.

—Ahora ustedes están oficialmente juntos según la ley y sus corazones. Pueden besarse si así quieren—Señaló a Louis y Harry con su mano y les sonrió.

¿Besarse? Nunca lo habían hecho, tampoco lo habían pensado, quizá solo era un beso, pero eso significaría mucho más. Habían besado sus mejillas pero jamás en los labios, sin embargo ya están casados. Qué ironía.
Al principio fue una tímida mirada, ambos estaban muy avergonzados en el momento, sin razón alguna. Harry abrazó a Louis de la cintura y lo acercó a él, por un momento creyó que lo besaría, pero antes de eso, el castaño lo abrazó por el cuello, impidiendo beso alguno. Fue un tierno abrazo.

—Gracias, Lou...is.—Posó sus labios en la mejilla del más bajo.

—No agradezcas, pequeño Harry.—Éste se sonrojó y también besó su mejilla. Sonrío e hizo presente sus hermosos hoyuelos.
Oficialmente eran esposos, algo increíble.

El rizado decidió hacer su fiesta algo privada, sólo ellos dos, y no es porque no quisiera que su familia se enterara de eso, fue porque había sido algo apresurado. Además no quería problemas con sus tías, que seguramente lo regañarían por casarse con un hombre, que sinceramente no le importaba, pero así Louis no se incomodaría.
El jardín de la casa del rizado en verdad era grande y sería una lástima no utilizarlo para ni un evento. Fue decorado con globos color blanco y dorados, únicamente una mesa, que era la principal, obviamente. Ahí había un pequeño montón de cupcakes, bebidas con alcohol, dulces, comida chatarra y una escultura en hielo que al parecer eran Louis y Harry. Realmente sorprendente. También había un par de regalos con dedicatoria especial a Louis.

—¿Tu padre no vendrá?—Caminó lentamente por la entrada admirando todo con detalle.

—No, Louis. Él no puede venir.—Bajo la mirada y el castaño notó eso.

—¿Cómo está?—Preguntó.

—Nada bien, en realidad. Los médicos le dieron máximo 5 días.—Susurró.

—Oh, lo siento. Él estará bien.—¿Qué más podía decir? Nada que dijera haría que no ocurriera nada. Lo abrazó.

—Sí, gracias. Pero no puedo estar triste en este día tan especial.—Le sonrió y también lo abrazó. Después de que se separaran Harry camino a la mesa y tomó dos cupcakes, mordió uno de ellos y el otro lo embarró en la nariz de Louis. Rieron y se limpió.
El lugar estaba realmente muy solitario y quizá un poco de música no estaría mal, Louis buscó en YouTube un video musical y comenzó. Era lenta y romántica.

—¿Quieres bailar?—Le extendió su mano al rizado mientras que la otra la ponía detrás de él. No se negó y la tomó. El castaño lo acercó mucho a él, pero así es como se bailan las canciones, así que no hubo problema alguno. Sería una mentira decir que bailaban al ritmo de la música porque eso no es cierto, ni uno sabía bailar los típicos bailes de boda. Louis pisaba a Harry o inversa. Lo único que es cierto es que después de esa canción, sus zapatos no eran más negros.
Las carcajadas de ambos chicos eran audibles en todo el lugar, pero sin embargo no se avergonzaron.

—Quiero que este momento este presente en mi memoria para siempre.—Cerró sus ojos y respiró profundamente el dulce aroma de Louis, sonrió para después posar sus manos en su largo cabello y besó su nuca.—Tus labios son muy suaves.—Harry admitió y Louis negó avergonzado.

—Harry...te quiero.—rió—Aunque me pises al bailar.

—Cállate, Louis, no soy el único que no sabe bailar.

—Tienes que admitir que mis pasos son muy buenos.—Le guiño un ojo y Harry inmediatamente negó en desaprobación.
Se separaron y bebieron un poco de vino, brindaron por su matrimonio, por su matrimonio de amistad.