Capítulo 15.

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—No.—Sí.


Si a algo temía Louis, era dormir fuera de un techo, el cual irónicamente lo hacía sentir protegido, cuando en cualquier momento se podría caer y matarlo tan fácil. Pero al menos lo hacía anti-osos y mosquitos. Eso ya era algo bueno agregado a la lista de "¿Por qué no dormir en la calle?"


El más alto continuó caminando, hasta quedar detrás de Louis, fue despacio y colocó sus manos en su cintura.


Justo en ese momento podría tener un orgasmo por esa acción. Claro que su respiración se detuvo y no regresó a la normalidad, mucho menos cuando sintió los húmedos labios sobre su cuello, los cuales supuso que los había relamido antes de hacerlo. El roce fue pequeño, pero aún así sintió aquél frío recorrer su cuerpo tan rápido. Sus pupilas estaban dilatadas, pero por la oscuridad eso no se percibía, además es algo involuntario y ni en un millón de años podría saber cuando sí y cuando no, sus pupilas se encuentran dilatadas.


—Quizá ¿a los vampiros?


Lamió descaradamente su piel bronceada y suave para después morder y succionar, simulando así, ser un vampiro, aunque aquéllo haya sido más por provocarlo que por otra cosa.


El labio inferior del mayor fue de inmediato entre sus dientes, disfrutando bastante de la sensación, sus ojos se cerraron y estuvo seguro de que el cosquilleo en su estómago estaría no sólo allí si Harry continuaba calentándolo.


Su labio comenzó a sangrar, saboreo el sabor, no le importó en absoluto. Lo más probable era que más adelante eso dolería como el infierno, pero todo alguna vez vale la pena. Sea bueno o sea malo.


—H-Harry...—Gimió casi inconscientemente y tan bajo que a penas fue audible.


—¿Has pensado cómo devoran los lobos a sus presas?—De la cintura lo recostó lentamente sobre el suelo, para acto seguido subirse sobre él y aprisionarlo son sus brazos a los lados de su cuello, se frotó levemente sobre él, haciendo parecer de eso algo significativo y casi no hacerlo sentir nada.


—N-no.—Susurró negando para soltar finalmente su labio, el cual dolió y lo relamió.


El rizado se acercó a sus labios rojos e hinchados del ojiazul, quien por instinto cerró sus ojos, esperando por el tan esperado beso, que por cierto nunca llegó, por eso, fue él quien se acercó a Harry, mientras abría sus ojos, pero él lo rechazó, volteando su cabeza hacía la izquierda, fingiendo nunca haberlo visto o siquiera querer besarlo.


—¿Quieres que te bese?—El chico sobre el que se encontraba asintió sin antes pensarlo, pareciendo tan necesitado.—Pídemelo.—Ordenó mirándolo fijamente a los ojos.


—Besáme. Por favor.—Jadeó y nuevamente mordió su labio, lo lastimó más, pero teniendo a Harry delante de él era la forma más discreta de hacerle saber cuanto lo necesitaba.


El menor pareció pensarlo por segundos, hasta que asintió, moviendo únicamente su cabeza de arriba hacía abajo. El castaño tragó saliva y su respiración se hizo agitada.


—Lo haré. Me encantaría hacerlo.


—Por favor. Hazlo.—Pidió como un bebé pediría su biberón. Su labio inferior salió de su escondite, formando un puchero, el cual se esfumó de inmediato cuando ya no sintió el peso de el rizado sobre él. Se levantó, sin embargo aún tenía sus pies a los lados de su cintura.

friENDs [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora