Capítulo 4.

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—Louis, te dije que te quedaras.—Una de las puertas se abrió y de ahí salió el rizado. La escena lo confundió bastante.

—Bebé, soy yo.—El extraño besó su cuello, sus manos no eran suaves como las de Harry, pero aún así no había dicho nada. A pesar de que sus manos estaban lastimando su cuerpo.

—¿Quién eres tú?—El ojiverde de inmediato alejó al joven que se aprovechaba de Louis, espero a que alguien diera alguna explicación.

—¡Harry...!—Se bajo de los incómodos lavamanos.

—Lo siento, creí que no tenías novio.—Admitió Harry. El castaño lanzó una carcajada al aire, como si hubiese escuchado un chiste realmente bueno.

—No, no tengo novio.

—¿Quién es él?—señaló con desdén al chico que anteriormente besaba a su esposo.

—Él dijo que eras tú, o tú él...—Pensó por un segundo pero después lo dejó pasar.—¡Dos Harrys!

—Joder, Lou. Estás tan ebrio que este enfermo pudo haberte follado.—Pegó al castaño a su cuerpo, como si no quisiera que nadie más lo tocara.

—Estúpidos.—Insultó y salió del baño, como si la escena lo hubiese hecho querer vomitar.

—Harry se fue.—Hizo un adorable puchero y miró al más alto, él le sonrió y tomó entre su pulgar y dedo índice sus labios.

—Louis, yo soy Harry.

—¡Eres Harry dos!—Dio un pequeño saltito.

—No, soy el único Harry para ti, ¿bien?—El rizado se sorprendió cuando los brazos de Louis lo envolvieron en un cálido abrazo.

—Yo quiero bailar con mi único Harry.—Ambos sonrieron, la sonrisa de el rizado fue más grande, sin embargo ambas eran tan sinceras.

—Será otro día, tú necesitas dormir.—Lo cargó entre sus brazos y no hubo protestas. Abandonaron los sucios baños, y después de varias personas ebrias que tuvieron que atravesar salieron de aquél bar. Louis se recosto en el pecho de Harry y sonrió.

—Bom, bom, bom...—Susurró, sus dedos se movían lentamente por el pecho del menor.

—¿Qué haces?—Lo miró confundido.

—Así hace tu corazón.

Harry despertó por el sonido de una simpática risa, inmediatamente se levantó de la cama aún adormilado y caminó hasta el proveniente sonido aún con las sábanas rodeando su cuerpo, hacía en realidad mucho frío y únicamente llevaba un short puesto.

—Ya viene, sh.—El castaño susurro a alguien, al parecer.

—¿Quién es?—Observó con más atención y Louis estaba hablando en dirección a la ventana.—Lou...is.

—¿Si?—Se giró para mirarlo a los ojos, acto seguido le sonrió tierna y dulcemente.

—¿Qué hace Nick aquí?—Susurró para que sólo escuchara Louis. Tenerlo ahí le hacía temer de algo.

—Quería hablar contigo.—Interrumpió Nick, quien vestía un suéter de lana gris y unos pantalones negros. Muy común.

—¿Conmigo?—Asintió y el rizado de pronto se sintió incómodo e intimidado, sin ninguna razón aparentemente.

—Yo iré de compras, así los dejo charlar a solas.—Avisó el ojiazul y en ese momento Harry quiso amarrarlo con alguna soga en la silla para que no lo abandonara.

—¡No! Podemos ir juntos por la tarde.—La desesperación era obvia, tanto que lo hizo reír.

—No, iré ahora.—Salió de la casa. Nick se sentó en el sillón mientras que el rizado lo miraba parado.

friENDs [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora