Es Tu Hijo/Anheló Del Corazón.

capitulo 10

"Me odio"

Era de noche en todo Kanto, la hora de irse a dormir para ser más exactos, o eso creíamos, ya que la pequeña Jalyn se encontraba haciendo tarea, con la ayuda de Ash, ambos eran terribles para los cálculos matemáticos, pero hacían lo que podían, era difícil pero por lo menos lo intentaban.

─Esto es difícil.

Se quejo Jalyn, mientras con el lápiz rascaba su cabeza en señal de confusión, Ash suspiro y concentró su vista aun mas en la hoja llena de números, volvio a suspirar y miró hacia la ventana, al mismo tiempo que recordaba las palabras que Jessie le había dicho, "ustedes dos no hacen uno, me voy a dormir", menciono la pelirroja con malicia hacia tan solo unas horas, dejando a los "amigos" a la intemperie, perdidos, sin  poder terminar la tortura numerica.

─Creo que es hora de rendirnos, mañana antes de salir continuamos.

─Si, ya me duele la cabeza─ argumento guardando sus útiles en la mochila color fucsia con el dibujo de un pikachu en el centro

─Bien, a lavarse los dientes.

Ordenó el moreno, mirándola fijamente, la niña hizo una mueca de desagrado, no le gustaba tener que ir al baño todas las noches a lavar sus dientes.

─Vamos Ja, si no lo haces, te van a salir caries y después tu madre me mata─ la pequeña río y después se acercó ante Ash

─Esta bien, pero me vas a leer un cuento.

─Tu ganas.

Contesto con fastidio, la niña salio corriendo en dirección al baño; y el subió las escaleras con pesades, una vez arriba, camino lentamente por el pasillo que atravesaba las puertas de todas las habitaciones hasta pasar por la quedaba a la habitación de Jessie, se detuvo unos instantes, al sentir un ruido extraño provenir de ahi adentro.

Sin dudarlo abrió la puerta, ya había sentido esos ruidos una vez, en el interior se encontró con jessie, acostada en su cama revolviendose nerviosamente dentro de ella, otra vez tenia pesadillas, aquellas pesadillas horribles, que parecían ser de verdad.

─Vamos Jessie, venías bien.

Susurro acercándose a la pelirroja, esta estaba toda sudada, mientras continuaba moviéndose, pegaba leves puñetazos, y patadas, como si se estuviera defendiendo de alguien que le quería hacer daño.

Ash se acercó a ella y se acostó a su lado, abrazándola fuertemente, como solía hacerlo las últimas veces que su amiga padeció esos "ataques".

─Tranquila, estoy aca para vos.

Susurro cerca de su oído, aferrándose con más fuerza a ella, Jessie dejo de moverse y se tranquilizó, pero aun seguía sudando, Ash cesó el abrazo y deposito delicadamente su mano sobre la frente de la chica, para comprobar si esta padecía fiebre, para su suerte no; seguramente su transpiración se debía a los nervios, o el susto que sentía por la pesadilla.

─Que bueno que estas bien, descansa.

Volvió a susurrar tiernamente, y se levantó de la cama para ir a saldar cuentas con la pelirroja menor.

─No me dejes, te lo suplicó.

Hablo entre sueños, Ash paro en seco y se dio la vuelta para mirarla, esta volvía a estar nerviosa, su respiración era agitada y volvía a sudar, el pelinegro suspiro con pesades y se acerco a ella.