Las luces del salón de eventos cambiaban según el ritmo de la música que sonaba y los jóvenes de alta sociedad se movían de un lado para otro con sus prendas de color blanco.
— ¡Hermano!— Gritó Daniel sobre la música— La pelirroja de allá quiere saber de ti— Le susurró en el oído al portador de los ojos color esmeralda para finalizar guiñándole el ojo izquierdo.
Así Agustín, acomodó su saco caminando entre las personas en la pista baile haciendo contacto visual con la chica de cabellera roja. Antes de llegar hasta ella, sintió como jalaron de su brazo derecho bruscamente.
— ¡Agustín! — Escuchó apenas la voz chillona— ¡Llevo horas buscándote! ¿Dónde andabas?— La chica de nombre Valery, quién sería su novia replicó cruzándose de brazos.
— Debería llevarte a casa, Valery— Agustín volteó los ojos— Si sigues tomando te pondrás más intensa— Terminó de decir fijándose en la chica que pasaba a su lado.
—¿Discúlpame?— Valery se hizo la ofendida— Puedes largarte, yo me quedaré con...— Tomó de la mano al primer chico que divisó— Con él— Sonrió de lado haciendo un berrinche.
Agustín se bufó y chocó su hombro con el de ella al momento de intentar salir de ahí. Mientras caminaba en búsqueda de la puerta del salón, se consiguió nuevamente con Daniel. Ambos salieron del club observando aún el sol cubierto por las nubes.
—¿Qué tal la pelirroja?— Preguntó con entusiasmo.
—Valery comenzó con un drama— Sacó su teléfono del bolsillo.
Daniel palmeó su espalda mientras le daba vueltas al trago, entretanto Agustín maldijo por lo bajo leyendo un mensaje que acababa de llegar.
—¿Aún Valery?— Preguntó Daniel.
—Mi padre, me necesita allá. Creí que me habría zafado de ello— Guardó su teléfono en el bolsillo.
—Iré contigo— Bufó mientras Agustín volteó con gracia— Apoyo moral, hermano.
Agustín activó la alarma del automóvil, para lograr encontrarlo entre la multitud de autos e intentar salir del lujoso club. Cinco minutos más tarde ambos se irían en vía al encuentro con Raymond Walker, el quinto empresario más reconocido del país.
Atravesando el tráfico de la ciudad aparcaron el automóvil en el sótano del gran edificio, donde se ubicaba la compañía familiar. Los dos jóvenes bajaron del auto derrochando egocentrismo, entrando en el edificio mirando a las demás personas de reojo.
—Mi padre me tiene harto— Agustín sacó nuevamente su teléfono celular— No veo la hora de irme a la capital — Terminó de decir sin quitar la vista del aparato en sus manos, unos pasos más adelante, chocó con un individuo haciendo caer su teléfono. Se colocó en cuclillas para recogerlo y logró divisar unas cuantas fotografías en el suelo.
—Sinceramente, existen personas idiotas en este mundo...— Se escuchó una voz femenina replicar.
Las fotografías en el suelo mostraban a una chica esbelta capturada en diferentes poses.
—Deberías fijarte por donde caminas, mejor dicho— Agustín volteó los ojos levantándose del suelo.
—Podrías ayudar, al menos— Fingió una sonrisa. Agustín bufó y siguió su camino. Ella se quejó y continuó con lo que estaba haciendo.
El acompañante de Agustín la observó por unos segundos.
—Tranquila, yo lo haré— Daniel se arrodilló junto a ella recogiendo los papeles y las fotografías en el suelo— A veces él puede ser un poco...— Hizo una pausa buscando la palabra correcta.
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Dusk Till Dawn
Teen FictionMaia Vincent, es una aspirante a modelo de la gran ciudad, dispuesta a vivir cualquier aventura con tal de cumplir su gran sueño de caminar por las pasarelas del Orquídea Fashion Show. Agustín Walker, primogénito de una de las familias más conocidas...