I V

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Las jóvenes esbeltas entraban a cada minuto por las puertas de la compañía Walker.

—Jessica, necesito los avances publicitarios del mes anterior en mi oficina antes de las tres, por favor — Ordenó el hombre de rasgos asiáticos— Avísale a mi asistente que estaré en reunión a las cuatro.

—Está muy bien — Jessica, la recepcionista le respondió dedicándole una sonrisa.

Erick se apartó rápidamente de la recepción para subir hasta su oficina respectiva luego de ello. Entre las jóvenes de gran altura y labios gruesos se pudo observar a una de ellas algo más baja que las demás.

—¡Agustín, llegamos dos horas más temprano a la hora que papá nos ha indicado! —Se quejó Valentina entrando justo detrás de su hermano mayor— Además me ignoras— Dijo ella notando que él no le contestaba las últimas oraciones que habían salido de su boca.

—No es raro que esté más en su móvil que en la vida real— Musitó Daniel acercándose a ellos mientras Agustín aún mantenía su vista en el teléfono celular.

Valentina se abalanzó sobre él abrazándolo fuertemente.

—¿No lo ves? Ni se ha dado cuenta que estoy acá— Daniel sonrió notando que el castaño seguía ignorándolos.

—No es un buen día para tonterías —Agustín se quejó guardando su teléfono en el bolsillo de su saco.

No es un buen día para tonterías— Repitió su hermana en tono de burla.

Agustín volteó los ojos dirigiéndose hasta el ascensor dejándolos atrás.

—¿Qué es lo que le pasa estos últimos días? — Preguntó Daniel al notar que las puertas del ascensor se encontraban cerradas, pues Agustín no les habría esperado. 

—No lo sé, supongo que es por toda presión del tema de mi papá, además de su presunto viaje— Valentina subió los hombros sin interés.

—Tu padre no se la ha hecho nada fácil— Ambos caminaron hasta el ascensor— Pero claro, la firma de la mansión en la capital será un alivio— Dijo él tocando el botón de llamado. Valentina arrugo su rostro sin entender lo que Daniel había terminado de decir.

—¿Mansión? — Preguntó

—Sí algo me había comentado— Las puertas del ascensor se abrieron— ¿No te lo dijo? — Valentina únicamente frunció sus puños buscando una respuesta a aquellas palabras mientras entraban en el elevador.

(...)

—¿Por qué no entras? — Preguntó Sofía detrás de ella— ¿En la llamada no decía estrictamente antes de las tres de la tarde?

  Maia se encontraba fuera de las paredes del edificio admirando las puertas de cristal.  

—Tal vez solo me llamaron nuevamente por que consiguieron mi portafolio— Dijo la castaña sin quitar la vista del cristal.

—Probablemente, pero si nunca entras, no lo sabrás— Sofía la empujó, pero Maia se negó en entrar.

—Maia— Se cansó de intentar empujarla— No pierdes nada con entrar.

—Bien— Estiró su cuello— Entraré, buscaré mi portafolios y regresaremos.

—Está bien, te veré en Sin bandera cuando termines— Maia la miró cómicamente— No esperaré acá como una tonta.

Maia alzó sus brazos como los estiramientos que se hacen antes de realizar algún ejercicio y luego abrazo a su amiga.

—Guarde tus zapatos de tacón alto en tu mochila...— Susurró Sofía manteniendo el abrazo.

Dusk Till DawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora