La joven rubia entró en su cafetería preferida sonando la típica pequeña campana de las puertas. Las palabras "Sin Bandera" se encontraban enmarcadas justo encima de la barra en donde se encontraba la cajera. Valentina sonrió al notar a -Según ella- su mejor amiga atendiendo a un cliente justo frente a ella.
—¡Hola! — Se acercó enérgicamente al notar que se encontraba sola. Maia respondió con una sonrisa saludándole— He extrañado charlar con alguien— Valentina se afincó del mostrador— ¿Qué te parece si te tomas un tiempo libre y te invito una malteada? — Maia dudó, pero luego observó el reloj que llevaba en su muñeca, notando que eran cerca de las cuatro de la tarde y estaría probablemente muerto el lugar hasta la noche.
—Claro, ¿Qué deseas? — Preguntó tocando la máquina registradora.
—Una malteada de mantecado...— Dijo segura hasta notar a Maia escribiendo en la máquina— ¡No, no, no! Una malteada de Fresa— Musitó aún más segura.
—Muy bien...— Fue interrumpida.
—No, mejor un batido de chocolate— Casi grito.
—¿Estás segura? — A Maia le causo gracia.
—Más que segura— Guiñó su ojo izquierdo— Y toma lo que quieras, yo invito— Deslizó su tarjeta dorada sobre el mostrador.
Minutos más tarde ambas chicas se encontraban acompañadas de dos malteadas en una de las mesas del lugar técnicamente vacío, pues solo había una adolescente leyendo un libro cerca de las ventanas.
—¿Cómo te siente con todo esto de la audición? — Valentina tocó el tema.
—No tienes ni idea— Maia suspiró— No sabes lo agradecida que estoy contigo, Valentina— Explicó.
—No es nada— La rubia movió su cabello de un lado a otro— Será la primera que apoyaré a alguien en el Orquídea Fashion Show— Aplaudió con entusiasmo y Maia suspiró.
—No es que haya quedado aún— Sonrió— Apenas es el segundo llamado, tengo algo de miedo— Valentina frunció el ceño.
—¡Que tonterías dices! — Movió sus manos— Eres mucho mejor que las modelos plásticas que eligen todo el tiempo. Tu personalidad es increíble— Alagó sin conocerla completamente.
—¿Cómo lo sabes? — Ambas rieron.
—Conozco muchas— Volteó los ojos— La hermana de mi novio, Valery, es el vivo ejemplo— Explicó— No la soporto para nada. Agustín y ella son... completamente diferentes— Movió sus manos con exageración.
—Ya lo creo— En ningún momento Maia creyó que su hermano fuera similar a la descripción que daba Valentina.
—¿Qué te perecería celebrar? — Valentina alzó sus cejas.
—¿Celebrar qué? — Dijo con gracia.
—¡Tu participación en el fashion show! — Exclamó la rubia sacudiendo uno de sus brazos.
Maia aún no creía la actitud positiva de la jovencita frente a ella, antes de lograr responder comenzó a notar una línea roja que corría entre su nariz y su labio superior; sangre goteaba.
—¡Valentina! — Se preocupó Maia tomando una de las servilletas de la mesa— ¡Tu nariz sangra! — Valentina se limpió observando la sangre en su mano.
La rubia se alertó levantándose de la mesa rápidamente.
—No puede ser cierto...— Tapó su nariz mientras la sangre aumentaba, intentó caminar hasta donde se encontraba el baño del café, pero antes de llegar se mareó gravemente perdiendo el equilibrio, lo que ocasionó que se tropezara con una de las mesas cayendo al suelo.
Maia se aterrorizó al notar a la chica en el suelo mientras corrió a su lado.
—¡José! — Notó que Valentina no estaba cien por ciento consiente y en su frente había una lesión— ¡José, llama a emergencias! — Llamó a su compañero que se encontraba tras la barra.
El portador de ya mencionado nombre salió rápidamente con un móvil en sus manos el cual le entregó a Maia para cargar a la chica que se encontraba y sin consciencia.
—No llegarán de inmediato, iremos en mi auto— Dijo José caminando hasta la puerta del lugar— Dejaremos a Enrique a cargo, vamos— Maia abrió la puerta francesa permitiendo que saliera su compañero con Valentina en brazos.
Ambos de dirigieron hasta el auto de color negro que se encontraba frente a Sin Bandera, tomando marcha hasta el hospital más cercano. Entretanto, del otro lado de la ciudad el hombre asiático se encontraba consternado.
Erick caminó en la habitación de un lado a otro replicándole a Agustín una y otra vez.
—¿Tienes idea de todo lo que podemos perder por tu inmadurez? — Erick casi gritó— ¡Tómalo en cuenta! ¡No seas cómo tu padre! — Se quejó.
—Lo siento, Erick— Agustín bajó la mirada en el asiento detrás del escritorio.
Erick salió de la oficina tumbando la puerta. Ya hacía dos días en los que se había zafado de sus deberes y desde el momento en el que Valentina había entrado en su habitación no habían parado las réplicas y regaños por su inmadurez. Agustín afincó sus codos sobre la madera color caoba reflexionando sobre lo que había hecho; debido a ello la compañía fue descartada para formar parte de uno de los eventos más grandes de la ciudad publicitariamente hablando. Una inversión que podía ayudar a la estabilización de la empresa.
Tocaron a su puerta; —Señor Walker, la reunión está a punto de comenzar— Escuchó decir a su joven secretaria tras la puerta— Agustín se levantó refunfuñando hasta la entrada.
—Enseguida iré— Salió de la habitación verificando la presencia de su teléfono celular en sus bolsillos.
Al caminar hasta la sala de reuniones; una habitación con puertas y ventanas de cristal. Comenzó a recordar la melodía que había creado tan sólo unas semanas atrás. Entró en la habitación sentándose entre el personal ejecutivo que se encontraba presente en la larga mesa.
—Ahora...— Comenzó a decir Lily levantándose de la silla en la que se encontraba— Primero hablaremos de lo que está más pronto... El fashion show...— Tomó unas carpetas de la mesa central.
Los presentes en la habitación le prestaban suma atención, todos menos Agustín aún la melodía seguía en su cabeza.
—Este año el Orquídea Fashion Show, llegará hasta Argentina— Musitó Lily apartándose de su lugar y se sintió euforia en la habitación mientras los pensamientos de Agustín seguían dispersados.
"...Eres lo que tanto esperaba. Lo que en sueños buscaba..." Comenzó a unir palabras junto a la melodía en su mente.
—¡Walker!—Lily llamó por tercera vez al joven con la cabeza en las nubes.
Agustín se estremeció y prestó atención a la mujer rubia.
—¡Estoy acá, estoy acá! — Mintió acomodándose en el asiento.
Lily colocó sus ojos en blanco y continuó.
—Como decía... En tres meses será el Fashion Show. Las fechas tentativas son el 20, 21 y 22 de Julio— Siguió explicando, pero antes de soltar otra palabra se escucharon dos toques en los cristales de la oficina.
Todos los presentes voltearon hasta la puerta del lugar divisando a un joven con ojos color miel señalando a Agustín quien se levantó pidiendo disculpas, salió del lugar y le hizo un gesto extraño a Daniel.
—¿Qué sucede? Estoy en medio de una reunión— Se quejó Walker.
—Es Valentina, está en la clínica— Dijo Daniel sin más dejando a Agustín sin aliento. Daniel al notar que no reaccionaba de alguna forma lo tomó del brazo saliendo llegando hasta el ascensor de puertas negras.
Para Agustín aquellas palabras fueron un impacto para su corazón. Sintió su cuerpo entero congelarse manteniendo la mente en blanco sin lograr concentrarse.

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Dusk Till Dawn
Teen FictionMaia Vincent, es una aspirante a modelo de la gran ciudad, dispuesta a vivir cualquier aventura con tal de cumplir su gran sueño de caminar por las pasarelas del Orquídea Fashion Show. Agustín Walker, primogénito de una de las familias más conocidas...