Capítulo XVIII : "Una reunión clandestina"

17.2K 1.7K 33
                                    


Capítulo XVIII

"Una reunión clandestina"


    Lejos había quedado aquellos días tristes. Jocelyn se había permitido abrirse a Albert, dejando atrás la indiferencia, ambos se merecían una oportunidad. Y tras ella, la verdad de quien le había atacado aquella noche en que él la encontró herida.


    Si iban a darse una oportunidad como un verdadero matrimonio. La verdad era importante. Incluyendo el asunto que le había hecho viajar a Londres, juntos sus amigos. Y aquel último informe.


— Debiste decírmelo...Estuviste en peligro ese día. Pude encontrar la forma para detenerlo.

—No quería que bañaras tus manos con la sangre de mi tío... Nunca pensé que actuarías de la manera que lo hiciste cuando desperté aquel día.

—La codicia de tu tío es inaceptable... Pero quizás tengas razón. Ese día sentí que se me iba la vida.

—No quiero que te arriesgues por mí... No quiero ningún duelo en mi familia. —colocó sus manos en las mejillas de Albert, al mismo tiempo que lo miraba a los ojos—. Tú eres mi única familia, ¿lo entiendes?

—Lo entiendo...


   Albert la abrazó fuertemente, sintiendo por primera vez lo que una vez le habían explicado tanto James como Brandon... Cuando encuentras a ese ser especial, jamás puedes escapar de ese sentimiento llamado: "Amor".


—No sabía qué tan peligroso era mi tío hasta que me contaste todo lo que ha sucedido en Londres... Judith casi muere por culpa de él.

—No tan solo de él... Sino de los amigos que tienen algo en común con él. Ninguno estaremos a salvo hasta que encontremos como capturarlos. Al menos, con tu declaración podemos acusar a tu tío.


    Buscó de nuevo su mirada, y aquel tema que ninguno se había atrevido a tocar, finalmente lo tocaron. Debían consumar su matrimonio para que así fuese valido, además de buscar el heredero de aquella familia. Su primer hijo.


   Lejos de allí, Londres se mostraba como aquella ciudad esplendida y majestuosa debido a los eventos que realizaban la sociedad aristócrata. Mientras que en las zonas sombrías y pobres, mostraba otra cara.


    Una noche, como muchas, después de seguir a cada involucrado por separado. Una nueva reunión les hizo reunirse clandestinamente en un asqueroso bar de esa zona olvidada. Una reunión que se consideraba secreta y privada. Perfectamente preparada. Finalmente habían encontrado una declaración en medio de uno de los presentes que buscaba como hundir más en la desgracia a los Cavendish, a los O'Dubgaill y los Aldwych (refiriéndose a la familia del duque de Huntley). No se necesitaba más prueba. Era la que se necesitaba y había testigos que podían testificar aquello que todos habían escuchado.


    Aquella reunión finalmente era disuelta. Aquel hombre de Bow Street junto con la policía atrapaba a cada uno, para encerrarlos en prisión, a esperar el día en que serían juzgados.


   Ellos eran los únicos culpables de aquel complot que buscaba destruir a aquellas familias.


   Ellos y nadie más.


   La rabia se observó en los rostros de cada uno de aquellos hombres. Deseaban saber si en medio de ellos había un soplón que los había entregado ante las autoridades.


—Nadie se mete con el duque de Huntley, sin salir ileso... —expresó seriamente Brandon, al ver a John Spencer y al resto de sus enemigos, pasar cerca de donde ellos se encontraban.

—¡Esto no acaba aquí! —gritó furioso el conde de Essex.

—Es mejor que se guarde toda amenaza o será utilizada en su contra en el tribunal de justicia.


   Los ojos del hombre que había ocasionado el incendio donde casi muere Judith, les miró sin miedo al saber que posiblemente sería juzgado y colgado por atreverse a atacar a un noble. Su sonrisa malévola se dibujó de extremo a extremo. Sintiendo que la vida valía la pena, al saber que había conseguido ese fin. ¿Qué sentiría aquellos hombres al llegar a Surrey y encontrar a sus seres amados muertos?


    James Cavendish le miró fijamente a los ojos, como si adivinará el motivo de su sonrisa. Y era momento de acabar y borrarla por completo de su cara.


—Ellas siguen vivas... Dios estuvo con ellas.


   La sonrisa desapareció de aquel hombre. Mientras su cabeza se llenaba con tantos interrogantes.


¡¿Vivas?! ¿Cómo podía ser posible, si había hecho un trabajo perfecto? ¡Aquello no podía ser verdad!

*************************************************************************

Sí, ya el final se acerca... Finalmente muchas pensaran jejeje. Y no las culpo por ello. Realmente si que he tardado. Casi un año (Yo misma me asombro :O) Trataré de escribir el final está semana a más tardar la siguiente. Con este capítulo quise ir al grano, espero que les guste ver como los malos  caen en su propia trampa. Y como Albert y Jocelyn se dan una oportunidad...

Gracias por sus votos, comentarios, lecturas... Nunca pensé que en serio gustaría tanto esta serie. Empecé con la idea de solo escribir "Todo lo que soy", que gusto tanto que se me ocurrió hacer la historia de Brandon y así sucesivamente... Me alegra haberlo hecho. 

Un Corazón Inalcanzable ( 3er libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora