Capítulo 4

363 41 1
                                    

He hablado con él, y por hablar me refiero a contestarle la mayoría de sus comentarios sarcásticos. Me he encontrado con la sorpresa de que no es tan difícil entender su sentido del humor, por el contrario, parece bastante agradable.

ㅡ¡¿Donde está Sucrette?! ㅡoigo la voz de papá gritar desde la cocina, lo cual me hace preguntar qué hice ahora.

Salgo de mi habitación para ir hasta él, hacerlos esperar sólo lograría enfadarlo más, así que camino mordiendo el interior de mis mejillas, preparándome para recibir algún regaño.

Vivimos al oeste de la ciudad, es extraño pensar que Nathaniel es mi vecino y sin embargo jamás lo he visto fuera de clases. Supongo que es porque me la paso encerrada en esta casa, comportandome, como dice papá.

Corazón de melón: cuándo y cómo lo perdimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora