Nos interrogan por separado. Les cuento toda la verdad y ellos pueden ver que es cierto gracias a los evidente golpes que llevo, a los arañazos, golpes y moretones que me quedaron debido a la pelea.
Castiel ya me está esperando, sentado afuera de la comisaria. Pero a mí me llevan a otra sala, con una mujer del servicio social, porque tengo diecisiete años y soy menor de edad. Porque no tengo con quien quedarme y papá me ha maltratado. Intento mantener la calma pero ya sé ha donde irá todo esto.
Después de un rato me dejan salir a hablar con Castiel, con la promesa de que no me alejare del lugar hasta que un oficial pueda acompañarme a casa a recoger mis cosas para finalmente poder contactarse con familiares cercanos que puedan recibirme. Pero yo no tengo familiares cercanos, y eso solo significa que con diecisiete años iría a parar a un hogar de acogida o a un internado, lejos de aquí.
—Tenemos que salir de aquí —le digo a Castiel en cuanto lo veo.
ESTÁS LEYENDO
Corazón de melón: cuándo y cómo lo perdimos
FanfictionSupongo que algunas personas no están hechas para estar juntas, o tal vez si lo estábamos pero jamás hemos sabido jugar las cartas correctas. Quizás...A veces el destino simplemente dice que no. Esta historia contiene personajes, diálogos y situaci...