―¿Dónde estabas? ―La voz de mi padre gritó apenas crucé el umbral.
―Te dije que llegaría un poco tarde ―Me había quedado un rato en el Instituto y luego fui con Rosalya al centro comercial.
A él no le importaron las explicaciones, me tomó fuertemente del pelo y me arrastró a mi habitación. Luego cerró la puerta por fuera con llave.
Lloré mientras miraba los mechones de pelo que me había arrancado. Quería irme de allí, quería acabar con todo pero no podía.
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Corazón de melón: cuándo y cómo lo perdimos
Fiksi PenggemarSupongo que algunas personas no están hechas para estar juntas, o tal vez si lo estábamos pero jamás hemos sabido jugar las cartas correctas. Quizás...A veces el destino simplemente dice que no. Esta historia contiene personajes, diálogos y situaci...