Capítulo 8

251 32 1
                                    

Gritos y llantos me despertaron en medio de la noche pero sólo me quedé en mi cama, como me habían dicho, abrazando mi almohada. Estaba asustada porque se sentía como si algo realmente malo estuviera pasando.

Y fue así. Lo supe al otro día cuando me levante para un nuevo día de instituto.

Habían cosas tiradas por todas partes y papá estaba apoyado en la mesa de la cocina abriendo una lata de lo que seguramente era alcohol.

―¿Qué pasó? ―lo miré aterrada y cuando me miró de vuelta comencé a llorar.

―Ve a llorar a otro lado, niña. ―Me empujó fuera de la cocina.

Más tarde me enteré que mamá se había ido. Simplemente se fue. Tomó sus cosas y se marchó sin mí, sin siquiera despedirse. Sólo se fue y me dejó atrapada en este lugar que para todo podía parecer un buen hogar pero yo sabía que no lo era. Esto era algo más como un infierno.

Corazón de melón: cuándo y cómo lo perdimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora