Capítulo 15

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Cuando mamá se fue como perder algo que realmente nunca había sido mio. Es decir, se fue y no le importó dejarme sola, bajo el cuidado de un alcohólico. ¿Cómo podría llamarla mi madre, si era evidente que no me quiso lo suficiente?

Ahora Castiel está frente a mí, y siento que sí puedo llamarlo mio. Quiero llamarlo mio. Porque lo nuestro ya no es algo solamente físico, lo siento cuando me besa, cuando me acaricia, cuando se hace uno conmigo. 

Pero podía sentirlo, una parte de mí estaba convencida que no estábamos hechos para durar. 

Pero no me importaba en absoluto. Iba a seguir besándolo en la oscuridad, en callejones alejados, en el auto de sus padres bajo la lluvia.  

Corazón de melón: cuándo y cómo lo perdimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora