Capítulo 24

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Al principio todo se vuelve oscuro, los gruñidos de mi padre cesan y el sonido de los golpes también. Luego me doy cuenta de lo que he hecho, cuando veo a mi padre inconsciente en el suelo y la sangre saliendo de su cabeza.

  —Deberíamos ir con la policía —digo, y Castiel me mira como si acabara de tener la peor idea del mundo.

Pero aún así llamo a la policía y llegan en poco menos de una hora. Dicen que el hombre en el suelo solo está inconsciente, por lo cual una patrulla acompaña a la ambulancia hasta el hospital. Y otra nos lleva hasta la estación de policías para dar declaraciones. Castiel me toma de la mano durante todo el camino. 





Corazón de melón: cuándo y cómo lo perdimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora