【Mafu's Kingdom】❀ utaite x fan.

♚chapter 15♚

【3.8-. Verdad】

Camino al bosque, y a paso no muy lento, Soraru guiaba a Mizuki, mientras Luz volaba encima de ellos. Creía recordar el camino a la perfección, aunque le estaba empezando a doler la cabeza una vez más por darle muchas vueltas al asunto.

Pasaron por el árbol en el que Mafu había dado vueltas cuando intentó encontrar a su salvadora; y, varios minutos después, lograron llegar a la pequeña casa. La princesa quiso encargarse de tocar ella misma la puerta, mientras el búho se volvía humano.

—Buenas tardes, ¿se les ofrece algo? —Una chica de cabello castaño, corto y algo lacio apareció.

No era la misma a la que Luz y Soraru recordaban, sin dudas.

— ¿E-Está Rin-san? —inquirió el castaño.

—Ah... —suspiró—. ¡Rin, te buscan! —exclamó al interior de la casa.

—No grites, Jaku, estoy junto a ti —murmuró la mencionada—. Oh, son ustedes —miró con sorpresa al trío que estaba frente a su hogar—. Pasen~

El oji-miel tuvo que agachar un poco su cabeza para entrar. Mizuki analizó el lugar con la mirada: parecía muy pequeño, pero sí era algo espacioso. Había una pequeña cocina al lado derecho, y a la izquierda un salón con varios muebles. La muchacha de cabello lacio les pidió que se sentaran en uno de ellos y se sentó también, frente a los tres. Poco después, Jaku apareció con unas galletas y las colocó en la mesa que estaba delante de ellos.

—Rin-san, mucho gusto. Mi nombre es Mizuki y vengo de un reino un tanto lejano —se presentó—. Hace poco, ocurrió algo importante en el castillo y, producto de eso, alguien resultó herido... Sin embargo, necesitamos magia oscura para curarlo, y Sorarun dijo que tú tenías ese tipo de magia. ¿Es verdad?

—Vaya, qué directa. Pues, sí, es cierto —sonrió—. ¿En qué puedo ayudarlos?

—Verás... ¿Conoces... la especie de los teru bouzu?

—Oh, ¡sí! ¿Los fantasmitas? —se emocionó—. ¿Necesitas ayuda con uno? ¿Está en peligro de desaparecer? ¿Le quitaron su magia? —De repente, su expresión se convirtió en una de miedo.

— ¿Cómo lo supo? —le preguntó, de forma discreta, Luz a Soraru.

—Algo así, de hecho —admitió la oji-azul—. ¿Sabes cómo curarlo?

—Por supuesto~ ¿Tienen magia de luz?

—Ejem. Aquí estoy. —El castaño levantó la mano.

—Bien, ¡hagámoslo!

—Pero antes, les contaré una historia —dijo alguien más.

—Madre... —susurró Jaku.

En ese momento, por alguna razón desconocida, Soraru comenzó a sentir un agudo dolor en su cabeza. Se la agarró con ambas manos, mientras cerraba los ojos, como si aquello fuera a pararlo, mas no funcionó. Mizuki intentó, en vano, tranquilizarlo. Y, sin saber como, terminó perdiendo la conciencia.

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Al mismo tiempo, dentro del castillo, Mafu era incapaz de dejar de lado el miedo que tenía. Teru apenas se presentó ante él, pero era muy amable y lo ayudó mucho... No podía dejarlo desaparecer.

Cuando el peliblanco abrió los ojos, intentó levantar su mano, sin éxito. Por ello, Mafu la tomó y la llevó a la mejilla propia. Intentó sonreírle, a pesar de que se estaba rompiendo por dentro.

—No te preocupes por mí —musitó Mafuteru—. Estaré bien.

Esas palabras eran una forma de intentar huir de su inevitable destino. Sin embargo, el rey no se quedó satisfecho. Estaba seguro de que su guardián desaparecería.