♔chapter 4♔

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【2.2-. El regalo de Kuro】

Mafu estaba muy nervioso por lo que pudiera pasar. Los dos reyes avanzaron al comedor y se sentaron cerca el uno del otro. La reina de las flores, Hanatan, se sentó al frente del peliblanco, junto a Akatin, y Kuroneko se colocó al lado derecho de él.

—Tenemos mucho de qué hablar —dijo, decidida—. Pero antes, tengo que darte un regalo que preparé durante mucho mucho tiempo —se dirigió a Mafu, sonriendo—. Bueno, no tanto.

— ¿Ah, sí? ¿Q-Qué cosa? —preguntó, con curiosidad y miedo a la vez.

—Espera, iré a traerlo.

La rubia se retiró del comedor hacia un lugar que Mafu desconocía. Para cuando volvió, estaban empezando a colocar platos en la mesa y el oji-rubí movía las piernas debajo de la mesa, intentando tranquilizarse un poco.

—Aquí está. —Tenía entre sus manos un gato no tan grande, de pelaje negro y ojos mieles, que maullaba al ver los alimentos que llegaban en manos de las criadas—. ¿Te gusta?

Mafu tragó saliva—. S-Sí. —Debía admitir que el gatito era adorable.

Entonces, Kuro se lo entregó y notó que se había puesto muy nervioso e incluso temblaba. Pero no le mencionó nada sobre ello.

—Cuida bien de él —dijo—. Debe comer tres veces al día y tomar un baño de vez en cuando. Oh, y su nombre es Kuro —concluyó, riendo.

— ¿G-Gracias? —se sentía incómodo, no sabía qué hacer con el animal que ahora se escurría entre sus manos.

De repente se resbaló y cayó en su regazo. No podía evitar mirarlo con miedo. Levantó la cabeza y se topó con una alegre Hanatan, que le sonreía a Sou. Parecían estar conversando sobre algo interesante.

— ¿Qué tal va todo en su reino? —preguntó al susodicho.

—Muy bien. Creo que estamos mejor que nunca —respondió éste. De hecho, desde que llegó como monarca, las cosas habían empezado a ponerse más interesantes.

— ¡Me alegra oír eso!

—A mí también... ¿Cómo está su reino?

—Bien también —dijo—. Últimamente recibimos muchos visitantes que vienen a recoger flores. Qué lindos —rió—. Aunque cierta persona me roba las mejores rosas rojas —se dirigió a Akatin.

—Son hermosas... —comentó el pelirrojo.

Los dos rieron, pero Sou sólo sonrió.

—Amargado —murmuró Isubokuro, que estaba junto a él.

—Mira quién lo dice —cambió su expresión de la nada.

Continuaron disfrutando en la mesa mientras comían. El ambiente era alegre para todos excepto para Mafu, sólo que no quería demostrarlo. En cualquier momento alguien se daría cuenta, de eso estaba seguro; no creía poder burlarlos por mucho tiempo.

—Mafu-kun, ¿pasa algo? —preguntó Hanatan, tal y como esperaba.

—N-No, todo está en orden... —contestó con nerviosismo.

— ¿Seguro?

—Del todo.

Intentó mostrarse lo más serio que pudo, a pesar de no estar cómodo. El gato sobre sus piernas le hacía sentir una preocupación enorme y parecía no tener intenciones de abandonar su posición. Aún así, de vez en cuando le hacía cosquillas con su cola.

—Uh... ¿qué hora es?

— ¿Ya quieres irte, Mafu-kun? —se entristeció Kuroneko—. Aprovecha, es la primera vez que vienes. ¿Por qué no bebes un poco de tapioca?

【Mafu's Kingdom】❀ utaite x fan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora