【Mafu's Kingdom】❀ utaite x fan.

-pre!♕1♕kuma's past.

Recuerden, muchos de los personajes no aparecerán en este pequeño arco, y se introducirán otros nuevos, hagan como si fuera otra historia XD~ Gracias, de antemano, por leer.

Hace tiempo, el príncipe Kuma era considerado el modelo más perfecto de belleza masculina por las chicas jóvenes del reino. Era tan atractivo frente a sus ojos, que ninguna dudaba si ceder frente a sus encantos o no. Sin embargo, su sobreprotector padre, el rey Roku, era alguien que inspiraba miedo en aquellas muchachas, quienes sabían que jamás tendrían al príncipe de sus sueños.

A pesar de la cantidad de reclamos que recibía por parte de su hijo, el rey no dejaba que este se metiera con alguna chica, por razones que ambos desconocían. Tal vez era sólo una petición de la reina Eri, o quizás un simple capricho del mismo rey, quién sabe.

Un día, cansado de la monotonía de sus largos días, el aventurero heredero del trono tomó su caballo blanco y lo guió rumbo al bosque, al haber aceptado lo que su madre le había solicitado: a cambio de algo de libertad, debía llevar consigo ciertas plantas de diferentes tipos, que serían usadas en el nuevo jardín interno del castillo.

Mientras paseaba por los senderos que habían sido dibujados hace ya muchos años, divisó un destello fugaz de color muy claro. Sus ojos escarlata brillaron al pensar que era un desafortunado conejo que buscaba la muerte. Después de todo, el príncipe había comido su carne un par de veces y le parecía muy sabrosa.

Pensando en el triste desenlace que tendría la criatura, se acercó de forma lenta y cuidando no hacer ruido alguno y ahuyentarlo. Por suerte, el animalito no pareció siquiera inmutarse. Cuando estaba ya en el sitio, a punto de confirmar si era en verdad un conejo, alguien lo pilló por la espalda.

— ¿Se le perdió algo, señor príncipe?

Era una chica de extraños ojos grises y cabellos de oscuros, haciendo imposible que haya sido ella el "conejo" que había visto hace unos instantes. Sin dudas, era hermosa, pero debía contener sus instintos de adolescente hormonal.

—No, nada —murmuró, atontado ante la presencia de tan bella dama—. Disculpe, ¿cuál es su nombre?

—Me llamo Isana —dijo ella, sin dudar.

—Mucho gusto, Isana-san. Mi nombre es...— Ya sé cuál es —fue interrumpido—, Kuma-kun. Sería un problema si no conociera el nombre de mi futuro rey —rió.

El chico rió también y se atrevió a bajar del corcel que era su fiel compañero. Se acercó a un pequeño arbusto que conocía a la perfección y tomó una flor color carmesí—. Una rosa para otra rosa.

—Mejor no digo nada... —sonrió, tomando el regalo—. ¿Qué le trae por aquí, señor príncipe?

—Un pequeño encargo de mi madre —contestó—. Necesita algunas flores para el jardín en el castillo.

— ¿Podría verlo? —preguntó ella.

—Por mí, está bien; pero dudo que mi padre quiera una invitada —suspiró, apenado.

—En ese caso, me encargaré de convertirme en una invitada que él desee tener en su castillo —se atrevió a decir.

•.•.•.•.•

Con el transcurso de los días, la relación entre Kuma e Isana empezaba a florecer cual rosa abriendo sus pétalos. Reían y disfrutaban juntos hasta el final del día, momento en que el príncipe debía retirarse y volver al castillo.

En algún momento, Kuma empezó a tomarse en serio lo que había comenzado, sin intenciones de darle un final tan pronto. Sus ojos siempre lucían diferentes cuando estaba con ella. Con su padre eran fríos, pero con Isana eran brillantes. Era lo que toda su vida soñó tener.