【Mafu's Kingdom】❀ utaite x fan.

-pre!♛4♛ mafu's teenage.

Los años pasaron, y muy pronto Mafu se convirtió en un muchacho de doce años. Poco a poco, iba aprendiendo más de la vida y de las lecciones que su abuelo le daba todos los días. Lo triste fue que se distanció un poco de sus amigos, puesto que estos estaban adquiriendo nuevas responsabilidades también, en especial Soraru.

Ahora pasaba la mayoría de su día junto con Luz, vagando de un lugar a otro del castillo, ayudando en lo que podían o incluso saliendo a jugar con niños más pequeños a un parque cercano... Siempre los dejaban ganar.

Ellos dos eran muy felices, no podían negar eso. El peliblanco lo disfrutaba demasiado, y cuando tenía oportunidad de ver a los otros, les comentaba que se divertían por ellos. A Lon le pareció tierno este gesto.

Sin embargo, toda felicidad es pasajera, ¿verdad?

Un día, de repente, su madre se acercó a él y le sonrió. Eso era algo usual, por supuesto, mas lo que le llamó la atención fue la expresión con la que se le presentó.

— ¿Ya desayunaste?

—E-Estuvimos ahí hace un rato, mamá —murmuró, confundido.

—Ah, es cierto —rió. Vaciló unos instantes, desviando la mirada, como si tratase de pensar cómo decir unas palabras—. Uh... En unos días, Mizuki-chan y Gin-kun vendrán de visita otra vez.

— ¿De verdad? —sus ojos brillaron, con emoción.

—Sí —sonrió Airis.

—Mamá —dijo el niño de nuevo—, ¿y Soraru-kun?

—Dijo que estaría ocupado hoy, lo siento...

Aunque el azabache sólo tenía catorce años, era el encargado de cuidar de sus hermanos menores y de hacer otras labores en el castillo. Mafu admiraba su forma de ser en ese sentido, y su espíritu protector por naturaleza.

Estuvo un rato más junto a su madre. Ella le contó algunas de esas historias que ya se sabía de memoria porque las oía todo el tiempo, mientras lo abrazaba.

El pequeño jamás pudo evitar pensar que su mamá era muy amable y atenta con todo el mundo, en especial con él. Estaba pendiente de todo en el castillo, aunque no lo pareciera. Si alguien quería saber la ubicación de otra persona dentro de este, debía preguntarle a la princesa Airis.

Poco después, ella se marchó, dejándolo solo de nuevo. Luz llegó casi enseguida, así que no se preocupó tanto.

•.•.•.•.•

A la hora del almuerzo, el panorama fue demasiado distinto al de la mañana. Esta vez la mesa estaba incompleta, faltaba mucha gente, empezando por el mismo rey. Mafu estaba desconcertado porque su padre no estaba, y sólo era acompañado por su madre, Luz, Soraru y unos cuantos sirvientes.

—Mamá, ¿pasó algo? —preguntó, discretamente, en algún punto de la comida.

—No te preocupes —ella sonrió—. Sólo... Sólo come.

El peliblanco asintió y dirigió la mirada al plato una vez más: estaba casi lleno porque no lo había tocado mucho. Por su parte, Soraru ya había devorado su almuerzo y se levantaba de la mesa murmurando un pesado "Gracias".

Unos minutos después, las sirvientas empezaron a irse, seguidas por Luz, hasta que Airis se marchó también. Mafu estaba solo en la mesa y todavía no había acabado ni la cuarta parte de su comida. Tenía un mal presentimiento. No. Más bien, sabía que algo estaba pasando.

Prefirió alejar los pensamientos desagradables de su mente y concentrarse en terminar el almuerzo. Se tardó un poco, pero una vez lo hizo se marchó a la habitación de sus padres.