Sweet Addiction || Camren

3. Verdad o reto

Antes de que me quieran matar deben saber que no pude escribir, falleció un familiar y no estuve en casa cuando lo prometí y además perdí la inspiración en esta historia, me metí demasiado en otra que ya quiero publicar pero lo haré ya que este terminada.

Sí, no fue buena idea reunirme con Camila fuera de la escuela. Hicimos un destrozo total en su salón al no llegar a un acuerdo sobre el pequeño saco que dice ser mi hijo. Ella quería que fuese una niña en cambio yo, como siempre le llevaba la contraria. Al final termine ganando yo pero, Camila eligió el nombre, fue Leo, yo quería Nala.

Todos los días era lo mismo, discutíamos sobre Leo pero siempre terminábamos por insultarnos, ninguna novedad. Hasta para las pequeñas cosas.

—Camila tienes que cuidar de Leo, es tu día

—No Lauren, hoy debemos hacer el primer avance del proyecto — exclamó Camila

—Tengo ensayo con la banda — le dije siguiendo mi camino a mi casillero

—Tendrás que cancelar

¿Porque tengo que ser yo quien sacrifique todo por el maldito proyecto? También es su responsabilidad, no solo mía.

—Ah pero no se trate de ti que me tienes cuidando a Leo toda la tarde, es tu proyecto también a menos que quieras reprobar — le dije enojada

—Ay te odio

Perfecto, se había quedado sin argumento alguno para discutir.

—Mándame la dirección del garaje — dijo finalmente

Punto para mí. Sonreí victoriosa.

—A las cinco — le dije mientras abría mi casillero, me lleve una gran sorpresa con lo que había adentro

Eran un montón de arañas falsa, yo le tenía fobia a ese cierto insecto. Odiaba que conociera esas pequeñas cosas sobre mí.

—Aún no somos amigas, te sigo odiando Jauregui — dijo cerca de mi oído

—Esto lo pagarás Camila — le mencione, esta vez sí me había hecho enojar

Ella se rió y se alejó de mi casillero. Esta si me la pagara. Por fin conocerá a Lauren Jauregui, no pienso ser una santa con ella. Saque lo necesario intentando no gritar de asco por su pequeña broma. Cerré y tome rumbo hacia el salón donde se encontraría Alycia, la necesitaba. Para mi buena suerte aún no entraba a clases por lo cual salió a mi encuentro sin ningún problema.

—¿Qué haces aquí? — me pregunto Alycia desconcertada

La tome del brazo para llevarla hasta el armario del conserje. Cerré la puerta con seguro tras haber entrado.
Sin más la bese con pasión, necesitaba sentir sus labios para liberar esa tensión que el enojo había ocasionado Cabello.

—No es que me moleste que me beses así pero... ¿Qué ocurre? — dijo la castaña

—Estaba enojada y necesitaba liberar esa tensión — le explique

Ella sonrió y volvió a besarme de la misma forma que yo hice, mis manos viajaron a su larga cabellera mientras que las suyas cobraron vida sobre mis caderas. Ambas sabemos que si seguimos con ese ritmo no íbamos a parar por lo tanto tuvimos que separar nuestros labios, justo antes de estar a milímetros tomo mi labio inferior entre sus dientes provocando que un jadeo se me escapara.

—Debemos regresar a clase, ya tengo suficientes maestros en mi contra, no quiero que la profesora Lovato también lo esté — mencione, ella era mi maestra de música además de ser mi favorita